* El líder de la CODUC advirtió que el delegado federal “no conoce ni siquiera Guerrero y menos el campo”, y con ello pone en riesgo la “estabilidad social” en el estado

ALONDRA GARCÍA

El dirigente de la Coalición de Organizaciones Democráticas, Urbanas y Campesinas (CODUC), Sebastián de la Rosa Peláez, acusó al coordinador del gobierno federal, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, de orquestar una contracampaña al movimiento de campesinos que exigen la flexibilización de las reglas de operación del programa de fertilizante, y advirtió que si esto no ocurre, habrá inestabilidad social en el estado.
Señaló que en los días anteriores no hubo asistencia de productores en los Centros de Apoyo al Desarrollo Rural (Cader) ni en los Distritos de Desarrollo Rural (DDR), para inscribirse al programa de fertilizante.
Sin embargo, este martes “hubo cola” de campesinos desde horas antes que iniciara la protesta anunciada desde el lunes por las organizaciones.
De la Rosa Peláez afirmó que los campesinos fueron convocados por Sandoval Ballesteros con una “clara intención de provocación” y “para enfrentar a los ciudadanos”.
El dirigente de la CODUC advirtió que “es muy riesgoso que lo hayan hecho de esa manera”, pero aun así, dijo que las organizaciones campesinas no van a detener su movimiento.
“Yo creo que Pablo Amílcar tiene que medirle muy bien a las cosas, porque el movimiento campesino guerrerense no es un movimiento improvisado, somos gente que conocemos la situación del campo mucho más que Pablo Amílcar, que no conoce ni siquiera Guerrero y menos el campo”, sentenció.
De la Rosa Peláez advirtió que si las reglas de operación no se flexibilizan, más de 150 mil productores se quedarán fuera del programa de fertilizante, y “eso va a ser un riesgo para Guerrero, no sólo porque se va a afectar de manera directa al productor, sino que va a caer la producción de maíz”, alertó.
Subrayó que el campo de Guerrero “es un problema de estabilidad social”, por lo que no puede condenársele a la marginación.
Por ello, anunció una “gran marcha” de campesinos el próximo 10 de abril.
“Este es un asunto muy grande que va a trascender y Pablo Amílcar tiene que medirle muy bien a lo que está pasando, porque la provocación es muestra de falta de conocimiento y sensibilidad política para atender los problemas de la sociedad”, sostuvo.