* Exigen apoyos al gobierno del estado ya que debido a los trabajos de remodelación de la zona Tradicional, se quedaron sin fuentes de ingreso

ANA LILIA TORRES

ACAPULCO.— Nuevamente, buzos y pescadores de playa Manzanillo protestaron para pedir apoyo al gobierno estatal, ya que desde que iniciaron los trabajos de remodelación de la zona y la empresa encargada de la obra destruyó alrededor de 15 arrecifes, causando la muerte de especies marinas, no tienen fuente de ingresos.
Los inconformes señalaron que alrededor de 150 familias dependían económicamente de la actividad pesquera en playa Manzanillo, sin embargo, desde hace tres meses se encuentran sin trabajo.
Durante la protesta, los buzos y pescadores insistieron en que el gobierno estatal les haga entrega de una indemnización por las afectaciones en su área de trabajo, causadas por el proyecto de remodelación de la zona Tradicional.
El presidente de Cooperativas de Producción Pesquera de Playa Manzanillo, Óscar Fausto Samayoa Dorantes informó que están pidiendo una mesa de trabajo con el gobernador Héctor Astudillo Flores, para exponerle personalmente sus demandas.
Indicó que no se oponen al proyecto de rescate de esa zona turística; sin embargo, piden ayuda para que ellos puedan llevar el sustento a sus familias, ya que la empresa responsable de los trabajos destruyó las zonas donde se formaban bancos de ostión, almeja, mejillón y otras especies marinas.
Dijo que con el retiro de embarcaciones se destruyeron arrecifes artificiales y se ocasionó un daño al ecosistema marino, por lo que piden una audiencia con el mandatario estatal para exponerle toda esta problemática.
El dirigente de los cooperativistas se quejó de que el asesor del gobierno estatal, César Flores Maldonado y la alcaldesa Adela Román Ocampo los han atendido, pero es la fecha que no les dan ninguna solución.
Por tanto, Samayoa Dorantes advirtió que si en los próximos días no son citados a una reunión con el ejecutivo del estado, elevarán el tono de sus protestas, ya que llevan aproximadamente tres meses sin tener una fuente de ingresos, debido a la muerte de especies marinas.