* El gobernador aceptó que el tricolor atraviesa momentos difíciles, pero precisó que “si de algo hay certeza, es que lo que un día es fuerte, al siguiente es débil”

Rosario García

“El Partido Revolucionario Institucional no está extinguido”, aseguró el gobernador Héctor Astudillo Flores, aunque reconoció que vive una situación “muy complicada”.
Al hacer un balance sobre la situación que enfrenta ese partido, el mandatario estatal expresó que desde hace 31 años, cuando se desempeñaba como secretario general de la CNOP en Chilpancingo, le tocó vivir el proceso electoral de 1988, cuando el Frente Democrático Nacional (FDN) impulsó como candidato a la Presidencia de la República a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Más tarde, dijo, en el 88 que para muchos es considerado como el parteaguas democrático del país, “desde ese tiempo me ha tocado vivir momentos muy difíciles y complejos para el partido, pero también hemos tenido grandes satisfacciones”.
Así se expresó quien ha sido dos veces alcalde de Chilpancingo, diputado local, dirigente del PRI y senador de la República.
El mandatario estatal recordó que el PRI también vivió momentos difíciles tras el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, el 23 de marzo de 1994, y seis meses después el del exgobernador de Guerrero, José Francisco Ruiz Massieu.
Mencionó que en la alternancia del año 2000, durante el proceso electoral en el que ganó la senaduría correspondiente a Guerrero y posteriormente, en 2005 perdió la elección de gobernador frente a Zeferino Torreblanca Galindo, quien fue impulsado por una alianza entre el PRD, PAN y Convergencia.
Y después la ratificación del PRD en los comicios de 2011, proceso en que Astudillo Flores volvió a contender en 2015 impulsado por la alianza del PRI y del PVEM, en donde consiguió el retorno del tricolor a la gubernatura de Guerrero, para después vivir la contienda de 2018.
Expresó que ha vivido en los últimos 31 años “momentos de éxito y los momentos más tristes, los más desalentadores y más adversos”.
Ante esos altibajos “creo que el PRI vive en estos momentos una etapa muy difícil, muy compleja, pero tampoco está extinguido”.
Insistió en que el Revolucionario Institucional tiene la responsabilidad de volverse a relanzar, en el entendido de que ninguna derrota es permanente.
Para poder recuperarse, expresó el jefe del Ejecutivo “se tiene que trabajar mucho, propiciar un cambio de actitudes, porque si de algo hay certeza, es que lo que un día es fuerte al siguiente es débil, lo importante es trabajar y mantenerse en la postura de hacer cosas positivas, que permitan acercarse a la sociedad”.
Para ello, recomendó que se tenga mayor cercanía con la población, “entender que las cosas ya cambiaron, no podemos seguir pensando que la hegemonía está para nosotros. Debemos convivir de manera respetuosa con las demás fuerzas políticas, pero eso no implica que el PRI se hinque”.