¿Qué es un milenial?

Primera parte

SADYHEL ASTUDILLO

Aprovecho el espacio para enviar de forma anticipada un fuerte abrazo y enorme felicitación a mi sobrino ahijado Tadeo, que cumplirá sus tres años el próximo 27 del mes en curso. Muchas felicidades pequeñin, espero sigas creciendo fuerte y sano rodeado de mucho amor y cariño.
Yo, así como todos mis compañeros de generación de todos mis niveles académicos junto con millones de “jóvenes” más, pertenecemos a la generación conocida como “milenials”. De hecho son todas las personas nacidas entre 1984 y 1999.
Esta generación ha sido etiquetada por varios temas como ser niños que crecieron usando computadoras, que les tocó el cambio de lo alámbrico a lo inalámbrico, que son muy diestros en el uso de tecnologías en general, entre otros temas relacionados con tecnología e internet, que las generación anteriores a esta, tanto aborrecen y las posteriores tanto aman.
Pero el asunto no termina ahí, debido a que todos los pertenecientes a esta generación ya son mayores de edad y por tanto están estudiando una carrera o incorporados a una actividad laboral –en el mejor de los casos- es posible descubrir que tan buenos son, como se desenvuelven y que tanto les ayudó el crecer rodeados de tecnología. Al parecer y por lo visto y leído en redes sociales y demás medios de comunicación, no nos está yendo del todo bien.
Se nos catalogó como la generación de cristal, debido a que ante cualquier error que cometamos, por mínimo que sea, nos ofendemos o nos quebramos, estamos orgullosos de nuestras calificaciones que no siempre demuestran lo que sabemos o lo que podemos hacer, tenemos una alta tasa de suicidios y abandono de empleo, temor al compromiso de cualquier tipo, adquirir deudas de varios años, casarse, volverse sedentario, adquirir una plaza, entre otros datos negativos.
Por lo mencionado en el párrafo anterior es que se nos asocia más con lo liberal (llegando hacia el libertinaje), lo informal –desde el vestir hasta el actuar-, la independencia, etc. Según estudios las aspiraciones y sueños de esta generación no es tener una casa, familia y trabajo estable, ellos buscan viajar por el mundo, ser sus propios jefes, no regirse bajo ningún horario, no responder ante nadie y que todo lo que produzcan o generen gire en torno a si mismo. ¿A que nos ha llevado todo esto?
A que tengamos poca experiencia laboral, a que existan madres solteras de 15 años y divorcios tras tres años de matrimonio, a que grandes empresas no acepten recién egresados, a que existas más empleos en la informalidad, a que el lenguaje se deforme, a que la orientación sexual tenga una división enorme, etc. Pero bueno, todo esto se veía venir ¿o no?
Muchos jóvenes pensaban: ¿Para qué me aprendo tal o cual proceso si puedo consultarlo en cualquier momento en internet? ¿Para qué aprendo tal oficio si actualmente una maquina lo hace? Siendo honestos, no es un pensamiento del todo errado, pero el gran pero, es que estamos en México y de aquí a un largo plazo, para las empresas es más rentable contratar a alguien con conocimientos “activos” que a alguien que sepa buscar cosas en internet, la gran mayoría de las empresas mexicanas no va a contar con armatostes que hagan el trabajo manual de todo el día para solo tener un supervisor, actualmente se sigue contratando personal con buenos fundamentos y habilidades para realizar diversas actividades.
Por otro lado, la falta de interés por los estudios y seguir las normas ha permitido que se busque el lenguaje “inclusivo”, que se quiera subcategorizar algo que ya está fuertemente establecido y cimentado como lo es el género. Y todo para seguir buscando ese sentimiento de aceptación y conformismo con uno mismo para que puedan decir: quizá este mal en esto, pero yo pertenezco a este grupo y por lo tanto no puedes atacarme o corregirme ya que me estarías violentando.
Eso generó que no fuéramos ni de aquí ni de allá, es decir que nos mentalizamos y preparamos para un futuro que aún no nos toca vivir y dejamos de lado las formas de aprender y de actuar de un pasado que veíamos muy lejano pero que está aún muy vigente. Generando el desempleo, la falta de experiencia, depresión, actitud negativa y demás situaciones trágicas las cuales lejos de saber enfrentar las evadimos buscando pretextos para victimizarnos y salir librados. La pregunta es ¿Es del todo nuestra culpa? Sobre eso comentaremos la próxima semana.