* La psicosis de la Prepa se mudó a la FGE
* De víctima a villano, agente es amenazado
* Jorge Zuriel de los Santos ignoró protocolos
Jorge VALDEZ REYCEN
–¡Papá, me tienen secuestrado! –escuchó por su celular.
No lo pensó y fue a la Prepa 9 de la UAG, donde su hijo estaba acorralado por seis estudiantes que lo iban a golpear por “bajarle” la novia a uno de ellos. El asunto colegial fue tratado por la subdirectora y el padre de familia, quienes rescataron al joven y lograron que los agresores ya no volverían a atacar ni a molestar a la pareja.
Aquel padre de familia se gana la vida como coordinador regional de la Policía Ministerial, adscrito a la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de la FGE y fue detenido por Policías Federales, Estatales y Ministeriales al salir del edificio docente de la UAGro, acusado de intentar “levantar” al director de la prepa. Como corrió “como reguero de pólvora” dicha versión en las redes sociales.
Miguel Ángel “N” acudió al llamado de auxilio de su hijo, que era víctima de un plagio. La psicosis estalló entre preparatorianos. La falsa alarma difundida en redes sociales tergiversó los hechos.
El Fiscal del Estado, Jorge Zuriel de los Santos Barrila tras conocer los hechos ordenó que el coordinador regional adscrito a la Fiscalía Anticorrupción fuera cesado por irrumpir armado a un recinto universitario. No hubo cuestionamientos, ni nada.
¿Y el protocolo de actuación ante un delito de secuestro en flagrancia obliga al agente a actuar desarmado? ¿No entrar al campus? ¿No acudir en auxilio de su hijo? ¿Lo escuchó Zuriel o sus jefes? ¡Nada!
Jorge Zuriel de los Santos ignoró todo. Ordenó el cese de uno de los suyos, sin conocer siquiera los hechos.
Miguel Ángel Castañeda García es licenciado en Turismo y en Derecho y es Policía Ministerial desde 2008. Es instructor especializado y certificado por la PGR en cursos y diplomados sobre técnicas de detención y conducción de probables responsables del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Diplomado para mandos de la Policía de Investigación. Docente certificado por la Secretaría de Gobernación en la implementación del nuevo sistema de justicia penal.
Es policía investigador de la Fiscalía Anticorrupción y acreditado como replicador del Programa Internacional de Capacitación y Asistencia en Investigación Criminal. Instructor de la Academia Regional de Seguridad Pública en tiro, conducción y detención de personas, uso de la fuerza y legítima defensa, conducción de vehículos policiales, operación de radiocomunicación. Tiene las más altas calificaciones en una carrera policial de 10 años.
Ha sido jefe de escoltas de tres vicefiscales en la FGE, de funcionarios del gobierno del estado y su hoja de servicios lo ha llevado a desempeñar las investigaciones de los casos más sonados de corrupción de dos exalcaldes, de un exfiscal del estado y de servidores públicos señalados en medios de comunicación de incurrir en ilícitos.
El no haber firmado su renuncia, exigida por el coordinador General de la Policía Ministerial, le valió amenazas de muerte. Y la denuncia de éstos hechos se niegan a admitirla en la agencia del Ministerio Público del fuero común.
También el coordinador Regional de la corporación adscrito a la Fiscalía Anticorrupción de la FGE desde 2015 se negó a firmar el acuse de recibo de un oficio de notificación de su baja o cese, porque se violentaron procedimientos administrativos y se han ignorado los elementales derechos de un servidor público intachable, honesto y sin antecedentes previos de mala conducta, agresividad o trato indecoroso a la institución de procuración de justicia. En suma, lo han convertido en villano por acudir en defensa de su hijo.
Jorge Zuriel de los Santos ordenó su cese sin escuchar a su subordinado, simplemente se dejó llevar por una falsa alarma y hechos presuntamente ilícitos que no han sido denunciados, ni ratificados por las supuestas víctimas. Todo fue la psicosis creada en redes sociales ante la presencia de un agente que acudió en auxilio de su hijo, que era víctima de una jugarreta o broma de sus compañeros por “bajarle” la novia a uno de ellos.
La psicosis de la prepa se mudó a la FGE y a la jefatura de la Ministerial… Y un policía de bien, instructor, con dos licenciaturas e impecable hoja de servicios es víctima de amenazas de muerte y el cese fulminante ordenado por su “jefe” Zuriel.
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.
