Andrés Campuzano
“Hay que portarnos bien, ya acabó la campaña, ahora es el gobierno y tenemos que ser respetuosos de las autoridades. No se resuelve nada a gritos y sombrerazos”, así, con estas palabras, pidió respeto el presidente Andrés Manuel López Obrador para el gobernador Héctor Astudillo Flores que fue impedido de pronunciar su discurso de bienvenida al presidente de la República debido a los gritos y abucheos de algunas personas que asistieron al evento oficial que se efectuó en la ciudad de Tlapa, el viernes pasado.
Esa fue la nota del día. Enterrada quedó la información sobre la pensión para el bienestar de las personas con discapacidad, debido a la estridente actitud de una parte de los asistentes al primer acto oficial de López Obrador en Guerrero, ya como presidente.
En política a veces ciertos actores políticos enfrentan el airado rechazo de las personas. No importan los qué, cómo y cuándo.
Ya había un lamentable antecedente. El 22 de diciembre del año pasado el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, también en un acto oficial encabezado por AMLO enfrentó silbidos y abucheos al dar la bienvenida al presidente López Obrador en la presentación del Programa Nacional de los Pueblos Indígenas.
Entonces, si ya había una antecedente, ¿por qué los encargados de la logística y la comunicación política del gobernador no tomaron las precauciones necesarias?
Otro desatino. El equipo de prensa y comunicación de todo gobierno busca resaltar la imagen de su jefe. En la pasada administración federal se implementó una campaña de de difusión en medios de comunicación y redes sociales en las que publicaban todas las fotografías de los eventos del presidente Enrique Peña Nieto, y en sus cuentas de Facebook o Twitter se subían más de 50 fotografías sin opacar a otras autoridades.
La fotografía que acompaña este artículo es la única disponible en las cuentas oficiales del gobierno federal. En esta fotografía está semioculto el rostro del gobernador Astudillo. Lo que envía otro mensaje negativo.
Sin embargo, en las cuentas oficiales de las redes sociales del gobierno de Guerrero y del propio Astudillo si aparece claramente la imagen del presidente.
LAS DISCULPAS DE UN PRESIDENTE
En un video que circula profusamente en las redes sociales, se ve al gobernador Héctor Astudillo, al final del evento, acercarse lentamente al presidente López Obrador que se ve rodeado de decenas de personas que chocan entre sí peleando por la oportunidad de estrecharle la mano.
Astudillo lo mira, lo mira mientras va acercándose a él y cuando está a casi junto a él de pronto suelta: “¡soy un guerrerense muy digno!”.
Por un momento López Obrador queda desconcertado por el inesperado reclamo, pero se recompone y le dice al mandatario guerrerense:
–No entienden –se excusa López Obrador.
–…Se lo digo en serio, señor presidente: me hago a un lado; soy un guerrerense muy digno, no estoy acostumbrado a que me falten el respeto, porque siempre respeto a todos –agrega el gobernador.
–¡No, no, no! Le ofrezco una disculpa! –insiste el presidente.
Le da un abrazo. Se abrazan.
Se van cada uno por su lado.
Qué extraño evento fue ese.
Un presidente ofreciendo disculpas a un gobernador. Suceso inimaginable hace 18 años.
Algo salió mal.
¿No lo creen?
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@andrescampuzano