* A la conquista de un presupuesto
* No voy en son de pleito, ataja HAF
* Guerrero votó por AMLO, no olvide
Jorge VALDEZ REYCEN
Héctor Astudillo habló fuerte y claro: “No pretendo tener conflictos, ni ando provocando problemas ni pleitos con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador”.
Y abundó: “todo lo contrario: he sido prudente y respetuoso, por lo que vamos a acudir este jueves, todos los gobernadores –que conforman la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago)— a conocer que se corrijan algunas cosas del presupuesto”.
–¿Cuál es la prioridad de Guerrero? – preguntó el gobernador a un público casi total de líderes de campesinos—: Pues el campo y las carreteras. Tengo confianza, agregó el mandatario estatal, que el Congreso de la Unión pueda modificar el presupuesto y hacerlo más equilibrado.
¿La violencia por qué se metió a Guerrero?: por la pobreza que es un campo fértil. Por eso, los diputados, tienen que verlo con lupa.
Tales comentarios los hizo en el XVII congreso estatal agrario de la liga de comunidades agrarias del estado, donde resaltó que la producción de alimentos es una prioridad.
En este congreso Evencio Romero Sotelo, líder de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos (antes filial de la CNC), le recordó al presidente López Obrador que Guerrero le aportó más de un millón de votos y debe ser consecuente con los campesinos no olvidarse de ellos.
También asistieron dos alcaldes, de Chilpancingo, Teloloapan y diputados, así como Jesús Ramírez Guerrero, exsecretario general de Gobierno con José Francisco Ruiz Massieu, quien en su gobierno instauró acuerdos mensuales con los campesinos guerrerenses. Antes había sido oficial mayor de esa Liga en tiempos de Neftalí Gracida Guerrero.
Astudillo llamó a cerrar filas por el campo y todas las familias guerrerenses.
Es la conquista de un presupuesto, sin pleitos, con prudencia, pero con firmeza y equilibrio. La insensibilidad de los legisladores estará en juego ante otras obras que NO son prioritarias, pero tienen la atención de una agenda de promesas de campaña del presidente AMLO.
El sainete de hace dos días en la más alta tribuna del país, fue de pena ajena. La provocadora Dolores Padierna por poco es sacada a golpes de su curul por bravísimas colegas suyas que le increparon en tono violento su actitud soberbia, prepotente y retadora.
Otra estampa fue la de Mario Delgado, poniendo en su celular la canción “Hipócrita” que canta Paquita la del Barrio a los diputados del PAN-PRI-MC. ¿No tuvo otro argumento parlamentario? Es deplorable la ausencia de un debate de altura, sin improperios ni mofa que devalúan el quehacer legislativo con este tipo de “argumentos”.
Si ese nivel prevalece en los próximos días de una ruta para modificar o adecuar los montos presupuestales del PEF 2019, habrá sin duda impactos negativos en las entidades y una creciente sublevación de gobernadores, apoyados por los presidentes municipales, que le irán a reclamar a sus representantes populares su agachona y entreguista conducta en favor del titular del Ejecutivo Federal. ¿No les cae aún la responsabilidad de ser partido en el gobierno y asumir una venganza antipriísta o anteponer esta pasión a la responsable decisión de confeccionar un presupuesto equilibrado donde la prioridad sean los pobres?
Este jueves volverán a acudir los gobernadores a un encuentro, donde tienen un mecanismo llamado Conago que podría frenar el voluntarismo legislativo, por la única vía más efectiva y probada hasta ahora: la de negociar directamente con el presidente López Obrador. Él es quien manda, ordena, dispone y legisla desde Palacio Nacional. Es lo que se ha visto en estos 20 días de gobierno que preconiza la Cuarta Transformación del país.
Triste papel de diputados como Porfirio Muñoz Ledo, Mario Delgado y Dolores Padierna. No se diga del aguador Gerardo Fernández Noroña, que contenía las aguas revueltas de pendencieros exaltados. Tendrán que pagar las consecuencias de su oprobiosa deslealtad a quienes sufragaron por ellos, por su entrega servil al presidencialismo centralista asfixiante.
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.