* Ser discapacitado en México
Alfonso A. Catalán
Las personas que cuentan con alguna discapacidad la tienen bastante difícil, por lo menos en México. En primer lugar no cuentan con un transporte del servicio público especializado o por lo menos adaptado para ellos, las calles no se encuentran condicionadas adecuadamente para los que necesitan trasladarse en una silla de ruedas, no son contratados a la hora de pedir un empleo, en muchas ocasiones sufren de discriminación y en la mayoría de las veces nunca reciben otra ayuda que no sea la de su familia.
La televisión, redes sociales y los medios impresos nos han traído casos como los de John Nash, matemático estadounidense que sufría esquizofrenia paranoide aguda y cuya película “Una mente maravillosa”, está basada en su vida; Nick Vujicic, quien nació sin extremidades y actualmente, luego de sufrir burlas y la discriminación que lo llevó a un intento de suicidio, ahora se dedica a dar charlas motivacionales por todo el mundo, ha escrito libros y reconocido a nivel mundial, o como el fallecido Stephen Hawking, físico teórico, astrofísico, cosmólogo y la última eminencia en el campo de la ciencia. Diagnosticado de esclerosis lateral amiotrófica (que lo llevó a estar paralizado casi de todo el cuerpo) a los 21 años: le dieron 2 más de vida y llegó a los 76 años.
Sin embargo, estos casos excepcionales tienen un punto en común, y es que ninguno de ellos nació en México.
Desde el 2005 en nuestro país existe la Ley General de las Personas con Discapacidad, en donde se habla de los empleos, especificando que “la integración laboral de las personas con discapacidad no es motivo de discriminación para el otorgamiento de un empleo”. Por desgracia esto solo queda en el papel, puesto que los discapacitados son discriminados.
Además tenemos el mentado Teletón, el cual solo sirve para que el espectador se enfoque en la curiosidad y el morbo de ver a personas con alguna discapacidad, en lugar de intentar que surjan hacia ellos sentimientos de empatía.
Luego, en el caso de ayer, que se conmemoró el Día Internacional de la Discapacidad, no faltan las dependencias del gobierno que compartan en Facebook imágenes alusivas a ello, como por ejemplo el Instituto Guerrerense para la Atención Integral de las Personas Adultas Mayores (Opd Igatipam), que subieron lo siguiente: “Que este día sea para reafirmar nuestro compromiso de trabajar juntos por un mundo mejor que sea inclusivo, equitativo y sostenible para todos, y los Derechos de las Personas con discapacidad se hagan plenamente efectivos…..”. Pero más allá de esta publicación, ¿han realizado algo que beneficie a estas personas? Aparte de celebraciones, como una comida, fiestas, los discapacitados necesitan una ayuda verdadera.
No hay que ser observador para darse cuenta que las calles, por lo menos en Chilpancingo, por más leyes que han sido implementadas para su beneficio, casi son totalmente intransitables para los discapacitados: Una persona invidente no puede utilizar el transporte público; sin son comerciantes pueden ser engañados a la hora de recibir el cambio; además de que si van a pedir trabajo, el empleador le pasan por la cabeza la pregunta de ‘¿Sí funcionará?’, aparte de que muchos otros se compadecen de su situación en lugar de verlos como iguales.
Los que padecen alguna discapacidad que solo les permite trasladarse con silla de ruedas también tienen una situación complicada: las rampas que se construyeron en las calles en muchas ocasiones están mal realizadas, están tapadas o las obstaculiza algún poste.
Si bien al gobierno le hace falta “ponerse las pilas” para otorgar ayuda que en verdad les beneficie a los discapacitados, también hace falta que nosotros como sociedad tengamos una mayor sensibilidad hacia ellos y su problema.
Ojalá y se mejore el cumplimiento de las leyes que garantizan sus derechos y que la ciudadanía se concientice sobre estas limitaciones que afectan a miles de mexicanos.
Recuerden, en muchas ocasiones se nace con padecimientos o deficiencias, pero cualquiera de nosotros, en un instante de nuestra vida, podemos adquirirlos—ya sea por enfermedad o accidente—, y entonces sí, vamos a estar pidiendo ayuda y no la tendremos. (armando16cat@outlook.com)
