* La acción fue para protestar contra el despido “injustificado” de uno de ellos, además, se extrajeron sangre y con esta escribieron mensajes

Redacción

Dos trabajadores del Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense (HMNG), se encadenaron a la barda perimetral para protestar contra la destitución “injustificada” de uno de ellos.
Alrededor de las 11:30 horas, Luis López Ortiz y una compañera, se apostaron afuera del hospital, a donde llegaron con jeringas, cartulinas y cadenas.
Los dos manifestantes pegaron varias cartulinas en los tubos del cerco perimetral. Después se sacaron sangre con las jeringas y la utilizaron como si fuera tinta para escribir “¡Justicia!” en las cartulinas.
Posteriormente, López Ortiz se encadenó a la barda y advirtió que no se movería de ahí hasta que alguna autoridad resolviera su situación laboral.
En entrevista, indicó que ingresó a trabajar al Hospital de la Madre y el Niño Guerrerense desde su inauguración, el 9 de diciembre de 2004, donde se desempeñaba en el área de Trabajo Social.
Comentó que el sábado 17 de noviembre llegó a su trabajo con toda normalidad, pero su tarjeta ya no aparecía en el reloj checador.
Entonces lo remitieron con una abogada del Área Jurídica del hospital, quien le informó que había sido despedido después de 14 años de servicio.
“No se me notificó, no se me avisó, fue un procedimiento completamente ilegal”, aseveró.
El argumento para despedirlo, indicó, fue que acumuló tres faltas en un mes.
Luis López Ortiz aseguró que dicha imputación es falsa y que tiene los documentos necesarios para probarlo.
Por ello, explicó que en días pasados le envió un oficio al director del hospital, Adiel Molina Bello, para solicitar una audiencia y presentarle dichas pruebas. Sin embargo, éste se negó a recibirlo.
El ahora extrabajador del HMNG advirtió la “conveniencia” de despedirlo cuando faltan 15 días para el pago de aguinaldo y prestaciones de fin de año.
Una compañera del hospital se solidarizó con su protesta y lo acompañó mientras estuvo encadenado afuera del nosocomio. La mujer también se extrajo sangre con una jeringa y la utilizó como tinta para escribir mensajes en las cartulinas.
Explicó que su solidaridad se debe a que ella misma ha sido tratada “de manera grosera” por el director, quien según contó, la ha tratado “peor que una bestia”.