* Crescencio Pacheco declaró que quienes irrumpieron en Filo de Caballos fueron sicarios al servicio de Onésimo Marquina, quien quiere controlar la carretera que pasa por Xochipala, donde se establecerá una mina en 2019
JESÚS SAAVEDRA
CHICHIHUALCO.— Representantes de los desplazados de ocho comunidades de Leonardo Bravo aseguraron que quienes incursionaron en Filo de Caballos no forman parte de un grupo comunitario de Tlacotepec y que son “sicarios” del cartel de Onésimo Marquina Chapa “El Necho”, y tienen el interés de apoderarse del corredor donde será explotada una mina de oro y plata en Xochipala a partir de mayo del próximo año.
Unos mil 600 habitantes de las comunidades de Filo de Caballos, Campo de Aviación, La Escalera, Los Morros, El Naranjo, Carrizal, Tepozonalco y Torre Camotla, municipio de Leonardo Bravo, se refugiaron en este lugar pero esperan que pronto puedan regresar a sus comunidades.
Crescencio Pacheco González, ex comisario de Campo de Aviación, aceptó que desde hace meses hay una confrontación entre dos grupos antagónicos del crimen organizado que operan en Chichihualco y Tlacotepec, “hay grupos delincuenciales en la Sierra como en todo el país”.
Y los señaló de manera directa: el de Chichihualco liderado por Isaac Navarrete Celis, “El Señor de la I”, y el de Tlacotepec, por Onésimo Marquina Chapa “El Necho”, pero dijo que en medio de esa disputa queda la población civil.
Aseguró que la población conoce a los dos líderes criminales, porque “son las gentes que se han encargado de este problema y la población no tiene la culpa”.
Pacheco González se quejó que desde hace años están trabajando para que haya paz en esta zona de la Sierra, “pero el gobierno se hace pendejo, no asume su responsabilidad, no interviene, le vale madre y así nos deja en la indefensión”.
Afirmó que la incursión de civiles armados provenientes de otros municipios en Filo de Caballos el domingo no fue ordenada por los policías comunitarios de Tlacotepec, “fue Onésimo Marquina, y no es por el control de la siembra y cosecha de amapola que no tiene interés económico en este momento, porque no vale nada su producción por la caída de los precios de la heroína”.
Pacheco González subrayó que las personas que están en sus pueblos, en especial en Filo de Caballos, “están siendo amenazadas para que no se salgan de sus casas y den su aceptación a este grupo de sicarios”.
Reveló que en Corralitos están los “sicarios, con un grupo de camionetas con parque para sus armas y accionarlas contra estas comunidades. Dicen que son 3 mil cabrones que están en Filo y sus alrededores. ¿Quién tiene la capacidad para sostener 3 mil bocas diarias que almuerzan, comen y cenan? Hay un interés de por medio obviamente”.
Crescencio Pacheco afirmó que esa campaña de “intervención tiene como propósito apoderarse de un corredor para explotar una mina de oro y plata en 2019, en Xochipala; quienes controlan las minas de Carrizalillo y Mezcala son ellos, y si la amapola ya no es negocio, ahora van por las minas, eso es más que claro que Onésimo Marquina Chapa está detrás de todo eso”, precisó.
El ex comisario afirmó que si los dos grupos en disputa están peleando con las armas, “pues que se citen Isaac Navarrete y Onésimo Marquina en un cerro y que se balaceen, que se maten, pero que no se metan con los pobladores”.
Por eso hizo un llamado al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para “que ponga orden en la Sierra, queremos vivir en paz, porque no queremos colchonetas, despensas, cobertores, lo que queremos vivir es en paz en nuestras comunidades”.
Pidieron al gobernador Héctor Astudillo Flores que cumpla con su obligación de dar seguridad o de lo contrario “nos vamos a ir en caminata hasta palacio de gobierno en Chilpancingo; nos tienen que apoyar como lo exigen los migrantes de Honduras y como los exiliados de nuestros pueblos”, añadió.
Pacheco González afirmó finalmente que él y su familia fueron amenazados de muerte por Onésimo Marquina y el coordinador de la policía comunitaria de Tlacotepec, Humberto Moreno.
