Carlos Navarrete Romero
El diputado local, Marco Antonio Cabada Arias, negó que haya negociado con el PRI para no asistir a la sesión del Congreso que se celebró ayer, en la que se integraron las 33 comisiones legislativas, y atribuyó esos señalamientos a una “revancha política” del presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, por oponerse a sus “imposiciones dictatoriales” dentro del grupo parlamentario de Morena.
En entrevista, Cabada Arias dijo que no asistió a la sesión porque debía atender un asunto personal impostergable, además aseguró que no fue notificado con anticipación de que en el viernes se aprobaría el acuerdo correspondiente a la integración de las comisiones.
Ayer se informó en estas páginas que los diputados de Morena, Marco Antonio Cabada, del distrito 06 de Acapulco; Teófila Platero Avilés, del distrito 05, también con cabecera en el puerto; y Carlos Cruz López, quien llegó al cargo por la vía plurinominal, no acudieron a la sesión para impedir a esa fracción ejercer su mayoría y obligarla a negociar con el PRI y el PRD.
La versión establece que los tres se reunieron el jueves con el coordinador parlamentario del PRI y ex secretario de finanzas del gobierno del estado, Héctor Apreza Patrón, quien les ofreció destinar presupuesto para obras en sus distritos a cambio de que no se presentaran, además las fuentes revelaron que cada uno recibió un millón de pesos.
Consultado al respecto, Cabada Arias negó las acusaciones y aseguró que Pablo Sandoval fue el responsable de difundir esos rumores en los medios de comunicación para desprestigiar a los tres diputados señalados.
Afirmó que se trata de una revancha política porque los tres legisladores involucrados, que son del grupo político de César Núñez Ramos, enlace nacional de Morena en Guerrero, no se han “sometido” a las “imposiciones” de Sandoval Ballesteros.