* El hijo del perredista que quedó en estado vegetativo, Raúl Sánchez, calificó como “una pendejada” la decisión del juez Tercero Penal
Alondra García
El Juzgado Tercero Penal sentenció a tres años y nueve meses de prisión, así como pagar una multa de 7 mil 654 pesos, a Antonio López Velázquez, Celso Manzano Flores y Eduardo Sánchez Abarca por el delito de lesiones calificadas cometido contra el perredista Guillermo Sánchez Nava.
La sentencia fue dictada siete años y ocho meses después de la agresión que sufrió Sánchez Nava, quien en ese entonces se desempeñaba como representante del PRD ante el otrora Instituto Electoral del Estado de Guerrero (IEEG).
La noche del 11 de enero del 2011, Sánchez Nava fue agredido por unos 30 brigadistas del PRI y trabajadores del ayuntamiento de Chilpancingo cuando les reclamó la destrucción de propaganda de la coalición Guerrero nos Une, la cual impulsó la gubernatura de Ángel Aguirre Rivero.
A consecuencia de la agresión, el perredista fue diagnosticado por el médico Marco Antonio Téllez Ramírez con traumatismo en grado III, hemorragia parenquimatosa frontal izquierda y quedó en estado vegetativo, “únicamente con reflejos de bostezo, apertura ocular, sin responder a órdenes verbales”, por lo que no tiene capacidad de valerse por sí mismo.
Antonio López Velázquez, Celso Manzano Flores y Eduardo Sánchez Abarca fueron declarados culpables y penalmente responsables del delito de lesiones calificadas contra el perredista.
Por ello fueron condenados a pasar tres años y nueve meses de prisión. Además, tendrán que pagar 135 días de multa que multiplicados por 56.70 pesos, que era el salario mínimo cuando cometieron el ilícito, arroja un total de 7 mil 654.50 pesos cada uno.
El dinero de la multa será destinado al Fondo Auxiliar para la Administración de Justicia del Estado.
Respecto a la pena de prisión, la sentencia establece que en los casos de Eduardo Sánchez Abarca y Celso Manzano Flores la sentencia se encuentra “totalmente satisfecha”.
Se indica que Sánchez Abarca, previo a obtener su libertad caucional, estuvo en reclusión en el penal de Chilpancingo durante cinco años, seis meses y 17 días.
Mientras que Celso Manzano Flores pasó cinco años, seis meses y 11 días en el mismo reclusorio.
Por tal motivo, en ambos casos la pena de prisión se encuentra totalmente satisfecha y no tendrán que volver a pisar la cárcel.
Una pendejada la sentencia, reprocha su hijo
El hijo de Guillermo Sánchez Nava, Raúl Sánchez Carrera, calificó como “una vil pendejada” la sentencia dictada por el Juzgado Tercero Penal contra los hombres que dejaron en estado vegetativo a su padre.
“¿Qué pasó con los demás responsables? ¿Qué pasó con los que estuvieron en los hechos como Iván Arizmendi? ¿Qué pasó con los autores intelectuales como Antonio Gaspar (ahora milita en el PRD), Manuel Añorve Baños y Efrén Leyva, dirigente estatal del PRI en esos momentos? ¿Qué pasó con el pendejo de (Fernando Jorge) Castro Trenti, quien vino a declarar y a decir que lo que le pasó a Guillermo Sanchez Nava era una farsa?”, cuestionó Sánchez Carrera en un mensaje publicado en su muro de Facebook.
De tentativa de homicidio a lesiones
El caso de Guillermo Sánchez Nava se ventiló en la causa penal 80/2011-1.
En un principio se siguió como tentativa de homicidio, pero la defensa de los acusados interpuso varios amparos, primero ante el Juzgado Primero de Distrito con sede en Chilpancingo y luego ante el Segundo Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Penal y Administrativa de Acapulco.
Esta última instancia ordenó en el 2013 al Juzgado Tercero en Materia Penal la reclasificación del delito como lesiones calificadas.
Tras la reclasificación del delito, el principal acusado Antonio López Velázquez solicitó su libertad bajo fianza. Con el pago de 390 mil pesos salió libre.
Sus compañeros Eduardo Sánchez Abarca y Celso Manzano Flores se mantuvieron en prisión porque no tuvieron recursos para pagar la fianza.
Sin embargo, salieron en libertad a principios de 2016, tras el pago de 100 mil pesos de fianza cada uno.