* Monseñor Salvador Rangel, responsable de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, quien ha dialogado con grupos criminales para que estos pacten una tregua, lamentó que en esta “guerra de cárteles” haya víctimas inocentes

Redacción

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, pidió a los grupos del crimen organizado que se están confrontando por el control de la capital que “vuelvan a la tranquilidad” y “respeten la vida” de las personas inocentes “lo más que sea posible”.
Cuestionado sobre los hechos de violencia ocurridos entre el viernes y ayer domingo, perpetrados por hombres armados contra camionetas del transporte público Chilpancingo-Chilapa y Chilpancingo-Chichihualco, que dejaron como saldo 5 personas muertas, el obispo consideró que la escalada de violencia que enfrenta la capital se debe al ingreso de un nuevo grupo delictivo.
“Creo que aquí es el pleito entre dos organizaciones (…). Creo que es la guerra entre dos cárteles que operan aquí en Chilpancingo y se quieren apoderar de este lugar (…). Dudo mucho que sean trabajos mandados a hacer para amedrentar a ciertas líneas o a ciertas gentes”, apuntó el prelado.
Rangel Mendoza, quien en múltiples ocasiones ha dicho que ha dialogado con grupos criminales para que estos pacten una tregua, lamentó que en esta “guerra de cárteles” haya víctimas inocentes.
“Desgraciadamente no se respeta la vida, no se respeta a las personas. Desgraciadamente están existiendo estos daños colaterales”, expresó.
Por ello hizo nuevo un llamado a los grupos del crimen organizado para que “vuelvan a la tranquilidad y respeten la vida (de inocentes) lo más que sea posible”
“No se justifica de ninguna manera la muerte de inocentes, ¿qué tienen que ver estas personas? Han llegado a un punto de brutalidad estos señores, que los sicarios no respetan ninguna vida. Yo repruebo abiertamente estos asesinatos de gente inocente (…) que no tiene nada que ver y la sacrifican. Es una brutalidad lo que se está haciendo”, sentenció.
También exhortó a las autoridades para que atiendan la escalada de violencia, pues les recordó que “ellos tienen la obligación de proteger” a la población.
El obispo comentó que este domingo visitó el municipio de Chilapa y en el camino, al pasar por la salida de Tixtla, observó alrededor de ocho patrullas de la Policía Federal.
También dijo que en Chilapa “el Ejército está sembrado, caminando por el mercado y por el jardín” para garantizar la seguridad, pero criticó que aún no se hayan implementado esas mismas estrategias de seguridad en Chilpancingo, donde se registra un repunte de violencia.
“¿Por qué no hacen algo parecido aquí en Chilpancingo? Saben que ese problema se está suscitando en el mercado y las bases, entonces ¿por qué no ponen un poquito más de inteligencia y vigilancia?”, cuestionó.
En ese sentido, se le cuestionó la posibilidad de que la propia autoridad esté permitiendo la operación de grupos criminales en la capital.
“Eso es difícil de afirmar, pero se antoja que así sea”, respondió.
La mañana de ayer domingo, hombres armados dispararon contra una urvan del servicio público en la base Chilpancingo-Chichihualco, cerca del mercado Baltazar R. Leyva Mancilla. El saldo fue de 3 personas muertas, entre ellas una mujer que protegió a sus hijos, y tres heridas, entre ellas un menor de edad.
El viernes pasado, en menos de 30 minutos, se registraron dos ataques contra urvans del sitio Morelos que cubren la ruta Chilpancingo-Chilapa. El saldo fue de dos choferes muertos y dos camionetas incendiadas.
El lunes de la semana pasada había ocurrido un ataque a balazos contra ese mismo sitio de transporte público, ubicado cerca del mercado central.