Alondra García
Con orquestas sinfónicas y coros infantiles, la Secretaría de Cultura de Guerrero trata de alejar a los niños de los grupos delictivos que operan en las zonas más violentas de Guerrero.
El titular de esta dependencia, Rodolfo Mauricio Leyva Castrejón, informó que se han creado 10 coros y orquestas en cuatro puntos de la entidad que han destacado por su alto nivel de violencia.
Indicó que en Acapulco, que hasta el año pasado era considerado el municipio más violento del país, se instrumentaron cinco coros y orquestas sinfónicas infantiles en igual número de colonias conflictivas: la Renacimiento, El Quemado, la Colosio, la Bonfil y Puerto Marqués.
Chilpancingo se ubica como el sexto municipio más violento de México, según la estadística de homicidios dolosos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) con corte al mes de abril de este año.
También ahí la Secultura inició una orquesta sinfónica y coro infantil, cuyas instalaciones se encuentran en construcción.
En Zihuatanejo, considerado el segundo municipio más violento del país, también se instauró este programa de reconstrucción del tejido social desde la infancia.
Otros municipios que cuentan con orquestas sinfónicas y coros infantiles son Iguala, en la región Norte y Ometepec en la Costa Chica.
Leyva Castrejón también informó que en Tierra Caliente está comenzando un proyecto de esta naturaleza y que la Secultura está tratando de rescatar un coro que ya existía en la región Montaña.
Explicó que los coros y orquestas pretenden convertirse en un proyecto social para “resarcir el tejido social a través del arte, alejar a los niños de la violencia y demostrarles que es posible otro tipo de vida, que es posible soñar y hacer cosas mejores y bellas a través de la música”.
En este sentido, el funcionario hizo un llamado al presidente electo de la República, Andrés Manuel López Obrador, para que convoque a los titulares de las secretarías de Cultura a participar en los foros por la paz.
Consideró necesario que se haga “un planteamiento serio en el tema de cultura”, el cual debe incluir la recuperación del presupuesto piso de 34 millones de pesos que hasta hace dos años se le asignaba a los estados para esta materia, la modernización de la Secretaría de Cultura federal y la definición del rumbo de las políticas culturales en el país.