Sobre los animales de laboratorio

SADYHEL ASTUDILLO

Hace poco más de un par de meses, cuando iniciaban las campañas políticas y la temporada de debates se hizo mención en este espacio sobre el día mundial de los animales de laboratorio y el día del libro, con la intención de que las fechas no pasaran desapercibidas. De igual forma se mencionó que, pasando el proceso electoral se retomarían ambos temas, hoy toca estimados lectores comentar uno de ellos.
Actualmente existen un sinnúmero de organizaciones encargadas de difundir la información sobre el uso presente, pasado y a futuro que la ciencia hace con los animales. Afortunadamente en internet existen muchas páginas imparciales que mencionan ambas caras de la moneda.
Como es del conocimiento las vacunas, trasplantes, dosis letales, alergias y demás temas relacionados con la salud y la ciencia han sido perfeccionados gracias al uso de estos animales, tanto es así que sería imposible darle un número a la cantidad de vidas salvadas gracias a ellos, pero también debemos de mantener presente que es mucho mayor el número de sacrificios de ratones, ratas y demás animales con el paso del tiempo.
Solo por citar una cifra, se calcula que actualmente se sacrifican MINIMO 150 millones de animales al año, solo a nivel de investigación, cabe mencionar que no todos los países emiten reportes anuales; también a esa tremenda cantidad debemos de sumar los sacrificios de “laboratorios” clandestinos, los sacrificados a nivel industrial y a nivel docencia… estimen ustedes sus cuentas.
Aun así, existe algo aún más sensible que los citados números y es el trato al que son sometidos (no se mencionará sobre ello en primera, porque es un tema delicado y cruel, en segundo porque es realmente fácil encontrar en internet esa información, lo difícil es separar lo verídico de lo falso), situación que ha sido tomada como estandarte de muchas organizaciones y páginas con el fin de indignar y “sensibilizar” a la población en general y que se unan a sus filas en favor de la liberación de animales.
El problema con lo mencionado en el párrafo anterior es que muchas veces esa información y videos que comparten ese tipo de páginas data de hace décadas o de prácticas que nada tienen que ver con el quehacer científico, pero, a final de cuentas logran su objetivo y convencen a las personas de “tomar acciones”. Existiendo entonces grupos radicales que lejos de usar la cabeza y pensar en mejores formas de ayudar a los animales, deciden cometer actos vandálicos contra instituciones, laboratorios y hasta amenazas y violencia física contra investigadores y sus familias, provocando que, lejos de hacer una mejora empeoren todo.
Dejando de lado (y sin intención de hacerlo menos) la pérdida económica y el daño físico y moral para los investigadores, los animales de los laboratorios corren con aun peor suerte.
Tengamos presente pues que los animales de laboratorio en su mayoría nacen, crecen y mueren dentro de los laboratorios, nunca conocen el mundo exterior y al ser “liberados” no sabrán adaptarse al mundo libre, estarán fuera de su “habitad” y probablemente no sobrevivan más de una noche. También existen casos en que, cuando “liberan” a estos animales deciden darles refugio en hogares o veterinarias lo cual puede ser peor ya que ¿Quién les asegura que no son portadores de una enfermedad contagiosa? Al llevarlo en presencia de más animales y personas lo único que conseguirán hacer es diseminar la enfermedad. Como estas pueden existir más situaciones negativas resultados de actos hechos sin pensar y con pura rabia.
Vaya, la intención de este texto no es desanimarlos ni alejarlos de este tipo de causas, todo lo contrario, entre más personas se preocupen por los animales de laboratorio más pronto serán tratados dignamente. La intención es invitarlos a actuar con cabeza fría, a no dejarse influenciar por noticias falsas y cada uno hacer su propia búsqueda y comprobación de la información, de esa manera su actuar será el correcto y las acciones que decidan tomar tendrán resultados favorables.

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