* Dicha acción fue para pedir a Dios paz, “pero antes debemos de pedir perdón nosotros, porque el pueblo se ha olvidado de Dios y creemos que somos autosuficientes, pero no lo somos”, dijo el sacerdote, Antonio Estrada

Jesús Saavedra

Unos mil feligreses católicos salieron a marchar en silencio este domingo en esta capital para pedir por la paz en esta ciudad que amaneció con el asesinato de una jovencita de unos 20 años de edad, a la que le privaron de la vida a balazos en una avenida que se ubica a menos de 200 metros de donde partió esta manifestación.
A iniciativa de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, se convocó a los feligreses a participar en esta actividad este domingo por la mañana cuando unas mil personas se concentraron en el monumento a Las Banderas al sur de esta ciudad.
Ahí llegaron la mayoría vestidos de blanco, portando pancartas y globos para pedir por la paz en esta capital, “¡que haya justicia, amor y libertad!” decía una pancarta que portaba una señora y enfrente justo en la escalinata debajo del monumento a Benito Juárez, dos personas portaban una lona que decía: “Todos unidos por el dolor que sufrimos, pedimos y construimos la paz con misericordia”.
En este lugar hicieron cantos y alabanzas católicas, que fueron arengadas por un sacerdote y una monja, quienes alentaban a los presentes para que se unieran en esta concentración por la paz.
El sacerdote, Antonio Estrada Figueroa explicó que se trataba de “una marcha de paz silenciosa, vamos a ir en silencio haciendo oración, porque somos católicos y sabemos que si hacemos oración Dios hará milagros”.
Abundó que la marcha era para pedir a Dios paz, “pero antes debemos de pedir perdón nosotros, porque el pueblo se ha olvidado de Dios y creemos que somos autosuficientes, pero no lo somos”.
Añadió que se debe de pedir perdón a Dios “por los pecados de nosotros y de todo el mundo; la virgen María se ha aparecido en el mundo 7 veces en el mundo y ha dejado un mensaje de amor para todos; hay que pedir perdón por los pecados de Chilpancingo, por los pecados de los sacerdotes, para que los pecadores encuentren la salvación”.
La madre, Rosa pidió que se concentraran “en nuestro objetivo que queremos cuidar, potenciar y dar vida, queremos paz, para ser promotores de paz la tenemos que cultivar”.
“Tenemos que implorar al cielo y que Dios escuche nuestra voz, para que mueva los corazones, nos tiene que mover a nuestros corazones al perdón, nacimos para vivir en comunión y en convivencia, no pedimos nada en contra de alguien, solamente pedimos paz, queremos armonía y debemos de tenerla nosotros en nuestro interior, en nuestra familia, con nuestros vecinos, debemos ser capaces de brindar palabras de aliento y de amor”, añadió.
La monja sostuvo que en el país y en Guerrero, “hemos perdido vidas, hemos perdidos seres queridos, pero tenemos que aplicar lo que Jesús nos enseñó a perdonar, esta marcha es para decirnos no estamos solos, estamos unidos, unidos en el dolor, pero sobre todo unidos en la esperanza”.
En ese sentido los invitó “a vivir en este jardín que Dios nos preparó, tenemos dolor en nuestro corazón pero la esperanza es lo que nos va a mantener de pie, somos la semilla que debe dar frutos de paz, consuelo, de fraternidad, como ciudadanos debemos de cuidar las vidas”.
Luego se dirigieron a la avenida desde ese lugar hasta la Plaza Cívica donde concluyeron su manifestación, en la que iban en su mayoría niños que están en prácticas de catecismo quienes piden “¡vivir en paz, no con miedo!”, como portaban varias pancartas.
Paradójicamente la capital amaneció con dos personas asesinadas, un varón en la colonia del PRD y una joven de unos 20 años de edad a la que asesinaron a tiros en el monumento a Unidos por Guerrero, que se ubica a unos 200 metros de donde salió esta manifestación por la paz.