Felipe Victoria
El diluvio electorero que viene
Lástima, pero todo apunta a que Guerrero seguirá en el ojo del huracán político de aquí al domingo electoral clave, en que la única encuesta que valdrá será el conteo de los votos en las urnas, haya chanchullo o no.
Que el tigre de AMO se suelte y ruja depende de si a nuestras fuerzas armadas les permitan hacer lo que protocolariamente resulte debido y a tiempo, sin dilaciones ni titubeos para que un eventual estallido no crezca, ni la conflagración ponga en llamas el llano nacional.
Ni para qué molestarlos recordando aquella decena trágica en La Ciudadela cuando mataron al presidente Madero y a su vicepresidente Pino Suárez, tan solo advierto que la historia a veces se repite.
De veras que las noches en Los Pinos ahorita no deben ser muy apacibles planeando la retirada hasta diciembre, o antes inclusive, según se ponga la situación a partir del lunes 2 de julio en que el amanecer será distinto.
Lo “bueno” es en tanto chismorreo estéril de las tortuosas campañas presidenciales que el grueso del pueblo está entretenido apostándole a quien resultará “el menos peor”, porque ninguno convence de poder ser un poco mejor que los contrincantes.
Terrible que la inercia a favor de AMLO por las estupendas estrategias de marketing político de sus publicistas cineastas mantenga al público sentado al filo de la butaca, en lo que Meade y Anaya junto con el comparsa del Bronco se distraen del objetivo común original de neutralizar a López Obrador riñendo entre ellos por los lugares secundarios.
Contentos porque se rajó Margarita y más porque le impidieron al Jaguar Ríos Piter competir, porque los hubiera devorado en los debates con todo y el tigre de AMLO, pues de todos los de la contienda inicial es el que sí parece dominar la elocuencia con su preclara inteligencia y capacitación académica.
El tabasqueño Andrés Manuel digirió bien los consejos para su show en Tijuana y por lo menos no se salió de sus casillas esta vez, a como él es, lo más conveniente fue mantenerse “sereno moreno”, mientras el tricolor y el blanquiazul frentista siguen desgarrándose las vestiduras a salivazos.
Jalón de orejas para quienes no midieron la trampa de subir a los medios nacionales a la candidata a Senadora suplente tan impugnable y criticable al menos por tener procesos penales pendientes.
Todo lo que tenga que ver con Guerrero es como un cerillo encendido sobre demasiada yesca seca; López Obrador lo sabe y el viernes en Iguala dejó escapar chispazos estratégicos, pero que pudieran tener efecto boomerang si tuviera contrincantes con verdaderos estrategas de inteligencia, sin tener que dar muchos brincos en el piso tan parejo.
López Obrador fue quien aprobó que José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda se convirtieran en monarcas feudales del amapolero Iguala, donde desaparecieron a normalistas de Ayotzinapa por robarse un cargamento de opiáceos que saldría con destino a Chicago.
Me muero de ganas por pasarles la receta pero mejor me callo, nada tengo que ver en absoluto con ningún partido desde marzo de 1994.
Antes de diciembre y después del inicio de julio, indudablemente ya podrán circular algunos libritos sobre el ayotzinapazo de Iguala y las verdades atrapadas en la enorme cadena de complicidades que encubre a personajes por ahora inmencionables e intocables.
¿Quiénes sí tuvieron algo que ver y a quienes ensartaron por perjudicarlos y desviar la atención de los personajes centrales en el misterio?
Por vía de mientras ya preparan la gran zancadilla en que tontamente o mal asesorado se enganchó José Antonio Meade Kuribreña al mencionar “feo” a la famosa comandante Nestora Salgado, en relación al problemita que se buscó por abusiva en su misión de policía comunitaria.
Ni mencionar la dolosa negligencia de autoridades encargadas de procurar y administrar justicia por lo menos pronta en Guerrero, que por consecuencia facilitan las posibilidades de que por obra y gracia del mesías amnistiador se encarame al Senado la protagónica mujer, eslabón binacional del comercio clandestino de productos derivados de la generosa naturaleza.
Nestora Salgado representa un enorme imán de votos para Morena en Guerrero y de ahí su estratégica designación, más ahora con tanta publicidad gratis a nivel nacional, que a los candidatos en apuros les hubiera costado un titipuchal.
La dejo de ese tamaño por ahorita, no puedo sustraerme del Acapulco en guerra electoral que se está convirtiendo en rutinaria y aburrida con las mismas estrategias de siempre. Denostaciones, salivazos, recorridos bullangueros con chile frito y acarreos evidentes.
De propuestas completamente en serio y verdaderos planes de acción futura, por supuesto que a ningún candidato le conviene hacerlos públicos antes de tiempo, pues la falta de originalidad y plagios de ideas están a la orden del día.
Como los problemas comunes siguen siendo los mismos de siempre, la gente ya sabe qué le van a prometer de mentiritas los que se disputan la codiciada manzana de la discordia.
Ricardo Taja, Jacko Badillo, Figueroa Smutny, Adela Román y otros como que se repiten hasta el cansancio, si acaso el que sin importar que sea muy conocido como Alcalde que ya fue, ha dicho cosas por lo menos más impactantes Zeferino Torreblanca.
En fin, hay que conservar la mesura y la concordia.