¿Mal batidos?

 

Felipe Victoria

 

Lamentablemente para mí, la hora fijada por el INE para el “gran” primer debate entre candidatos a la presidencia en 2018 y la del cierre de edición de la sección editorial, no coincidieron.

Pero lo bueno es que los amables lectores que no se perdieron el evento tendrán la mejor opinión respecto al papel que hicieron Margarita Zavala, Jaime Rodríguez Calderón y José Meade Kuribreña, que llegaron una hora antes, mientras Andrés Manuel López Obrador no se aparecía, como el sábado para el ensayo previo.

¿Quién ganó, quién perdió o quién quedó mal?, ustedes tienen la palabra pues en gustos se rompen géneros. El chiste es que llegando AMLO al Palacio de Minería, en el Centro Histórico del ex DF, se soltó el tremendo aguacero y granizada. Conste que por eso dicen que a la democracia a la mexicana cuando no le llueve le llovizna, ni modo que el cielo estuviera llorando hasta con rayos por los estertores de la partidocracia que todavía despilfarró más de 20 millones de pesos en organizar el evento, ¿Cuánto se habrán clavado los organizadores?

¿Cumplió el debate con las expectativas de todos los mexicanos? Sinceramente no lo creo personalmente, porque las cualidades y aptitudes de los contendientes son diametralmente distintas: una habla de más y a otro no le salen con fluidez las palabras, La cuestión es que poco dicen contundente en el fondo.

Me magino a mi cuate Serna, el cronista deportivo del programa Pido La Palabra, haciendo la crónica del debate del domingo, para aunque sea reírnos en vez de enojarnos, o de plano llorar por lo que dijeron los que codician la Presidencia.

Lástima que los mexicanos, espantados por varias generaciones por la manera salvaje revolucionaria de relevarse la Presidencia, asesinando políticos, se fueron conformando con su papel de electores sumisos en la gran farsa, donde lo único que sigue vigente es lo dicho por el dictador Porfirio Díaz Mori: “las elecciones las gana el que cuenta los votos”.

Pareciera que la única vez que el sufragio fue efectivo ocurrió cuando por fin dejaron ganar a Francisco I. Madero y probar qué se sentía ser presidente, pero pronto lo traicionaron y asesinaron en febrero de 1913, para que se desatara la epidemia de crímenes por la Presidencia; “moda” a la que le puso fin Plutarco Elías Calles en 1929  creando un partido oficial que disciplinara a los caudillos y los inquietos con las opciones de “destierro, encierro o entierro”.

Para decorar la gran farsa electoral el gobierno federal auspició y subsidió la creación de algunos partidos de índole comunista que no dieron mucha lata por su poca fuerza pues todos eran priístas “a huevo”, aunque si nació un Partido Acción Nacional de verdadera oposición, que logró llegar al poder hasta el año 2000 con Vicente Fox Quesada y repetir un sexenio con Felipe Calderón Hinojosa.

El PRI que se quedó en la lona noqueado por la muerte de su candidato Luis Donaldo Colosio Murrieta, en 1994, apenas resucitó en 2012, pero no por votos exactamente, sino por decisión del Tribunal Federal Electoral en septiembre de ese año, cuando el perredista López Obrador reclamó chanchullo por segunda vez, tras el que dicen le hicieron a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, en 1988, cuando se les cayó el sistema para montar en el poder a Carlos Salinas.

Esos rencores y temores del electorado hicieron crecer la figura de Andrés Manuel López Obrador, que en tantos años no ceja en su empeño y hasta optó por crear su partido personal el Morena, al que muchos amarillos de izquierda emigraron en busca de oportunidades y no por convicciones partidistas reales.

El problema para la democracia electoral mexicana es que dejaron nacer y crecer multitud de partidos pequeñines que han subsistido a la sombra de partidos fuertes, como si fueran rémoras pegadas bajo las fauces de los tiburones.

Los sufridos reporteros aguantando las inclemencias del chaparrón y hubo que mover templetes. Una eventualidad meteorológica que no previeron los organizadores, pero en fin, a los del INE no se le ocurren más que torpezas.

¿Cuál será el gran cambio en las encuestas a partir del lunes 23 de abril?, ¿se cae del pedestal López Obrador y sube Anaya o remonta por fin Meade para que se vean precisados a relevarlo del tricolor con el que simpatiza como externo?

Margarita chance y siga arriba de El Bronco, pero hasta ahí lo pronosticable y ni modo que ocurriera una milagrosa declinación para ponerle zancadilla al adelantado Peje entre Anaya y Meade, o al revés, que quizá sea para más después, primero habrá que ver que tan lastimados quedan todos.

La maestra Pizarrina se quedó en la CDMX y por eso les traje a las acapulqueñas metiches.

-¡Riiing… salinsliiim!

-Comadre Proculina, ¿viste el debate?

-No quería pero todos los vecinos estaban mirando en sus televisores lo mismo y ni para donde jalarse, Torturina.

-¿No tienen cable?

-Sí, pero la curiosidad mata al gato y ni modo. Hasta hice anotaciones.

-Ujule manita, teatral reclamo del Bronco por sus familiares asesinados, luego dijo que ni es Santa Claus ni Superman y hará una policía cibernética.

-López Obrador presumió baja en índices delictivos de cuando fue Jefe de Gobierno y aclaró que amnistía no significa impunidad, pero se mostró muy preocupado por los pobres y por invitar al Papa Francisco.

-Válgame Dios.