* Por iniciativa propia, protestaron con pancartas sobre una calle lateral del río Huacapa y luego fueron a Casa Guerrero
Un grupo de niños protestó en el encauzamiento del río Huacapa donde se construye el parque lineal, y en Casa Guerrero, para exigir que detengan el ecocidio que se está cometiendo en dicho lugar.
Alrededor de las 18:00 horas, un grupo de ocho niños, acompañados de tres adultos, se instalaron junto al paseo “Alejandro Cervantes Delgado”, sin bloquear el paso a los vehículos, y mostraron pancartas con las que exigían frenar la tala de árboles en esa zona, a la altura del teatro “Ma. Luisa Ocampo”, donde se construye el parque lineal anunciado por el gobierno estatal.
Los pequeños gritaron que rechazaban el ecocidio que se comete en Chilpancingo con motivo de esa obra que incluye una ciclopista, y pudieron, que en lugar de afectar la naturaleza y el medio ambiente, mejor planten más árboles.
Automovilistas hacían sonar sus claxon en señal de apoyo a los pequeños, ahí, la psicóloga Citlalli Miranda, quien dijo ser tía de algunos menores, señaló que la protesta obedece a que los niños que cursan sus estudios en diversas escuelas, tomaron la iniciativa al leer (los más grandes) en medios de comunicación, que se estaban cortando los árboles del encauzamiento.
Explicó que vieron cómo en días pasados varios ciudadanos protestaron, y decidieron sumarse.
Luego de media hora de protesta, subieron a dos vehículos y recorrieron diversas calles de la ciudad mostrando sus pancartas, para después dirigirse a Casa Guerrero.
Llegaron a la puerta dos cuyo acceso está totalmente rodeado con vallas metálicas, pero al ver la presencia de los niños y mujeres con pancartas, policías estatales colocaron candados a un acceso habilitado entre medio de las vallas, a unos 300 metros de la puerta.
Luego, mientras los niños lanzaban consignas y pedían respeto a la vida, dos policías y un agente, al parecer de seguridad interna, se dedicaron a tomar fotografías a las mujeres, reporteros y niños que estaban en ese sitio.
Los protestantes reprocharon esta actitud y pidieron que no les tuvieran miedo, “sólo somos niños preocupados por el medio ambiente y las futuras generaciones”, y que no eran violentos.
Dijeron que no esperaban esa respuesta, pues en lugar de que algún funcionario saliera a atenderlos, les mandaron policías para que los fotografiara. (Con información de API)