* Malhumorado y tenso, se ve Xavier Olea
* Salvador Rangel: ¿Abogado del Diablo?
* A Margarita Zavala le urge jefe de prensa

Jorge VALDEZ REYCEN

Una mueca de fastidio se le pintó en el rostro bronceado, cuando lo rodearon los reporteros. Evidentemente malhumorado, tenso, estresado, el fiscal General del Estado, Xavier Olea Peláez, ya denota un hartazgo en su función desgastante.
Apuró el paso al salir de Casa Guerrero, mientras los reporteros lo “bombardearon” con preguntas sobre el obispo Salvador Rangel Mendoza y su famoso pacto por la pax narca.
No pronunció una sola sílaba. Movió la cabeza reprobatoriamente y el semblante endurecido lo decía todo: ¡¡está hasta la madre!!
Claro que es un ser humano con defectos y virtudes, no es un superdotado del Derecho, ni mucho menos un fiscal de hierro. Olea Peláez es un servidor público cuya hoja de servicios en la procuración de justicia está en números rojos o es deficitaria. Literalmente son números rojos, como la sangre.
¿Cómo responder a la prensa cuestionamientos sobre un obispo que pacta con un líder de la delincuencia organizada, quien ha sido en los últimos años responsable del clima brutal y sanguinario de una guerra sin cuartel entre bandas rivales, donde la saña en desmembrados horroriza? ¿Qué abonar? ¿Felicitar al prelado católico por su iniciativa? ¿Postularlo al Premio Nobel de la Paz?
Monseñor Salvador Rangel Mendoza se ha convertido en una suerte de abogado del Diablo, al atender la invitación de viajar en un helicóptero propiedad de ese importante capo y obtener, al menos, la garantía de palabra que no habrá más asesinatos de candidatos, y como condiciones, a cambio, que los políticos no compren el voto y hagan obras sociales.
¿Qué contestaría un fiscal, como Xavier Olea? ¡Nada!… No es de su incumbencia, ya que atiende asuntos del fuero común. Es, eso sí, de la SEIDO de la PGR, de Gobernación, del CISEN y de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM). El ámbito federal es quien regula, ni siquiera la Subsecretaría de Asuntos Religiosos de la Secretaría General de Gobierno de Guerrero tendría peso específico, porque existen antecedentes de diferendos, confrontaciones verbales y exigencias de silencio de Florencio Salazar Adame para el obispo Rangel.
Rangel Mendoza incurrió en un acto imprudente al revelar su cita en viernes santo con un alto jefe del crimen organizado. ¿Y si no lo hubiera dicho a la prensa, qué hubiera pasado? ¡Nada! Don Salvador es protagónico, le gustan los medios, le atraen los reflectores y le gusta ser el centro de atención. Total: si no abriera la boca, nada hubiera pasado y su discreción, confiabilidad y secrecía dirían mucho de su personalidad ecuménica consagrada a Jesucristo… ¡pero no es así!
Algo muy similar le pasa a Jorge Camacho Peñaloza, quien se autonombra coordinador de medios de la candidata independiente a la Presidencia de la República, Margarita Zavala Gómez del Campo.
El rostro del guerrerense calentano aparece a cuadro en televisión, compartiendo crédito con Margarita Zavala en su reciente visita a Ciudad Altamirano, en la Tierra Caliente. ¿Ya se les olvidó que Jorge Camacho hizo lo mismo, idénticamente, con Josefina Vázquez Mota? ¡Y perdió! Eso allá en la Tierra Caliente le llaman ave de mal agüero… ¡no palomita vuela y dile!
A Margarita Zavala le urge un buen jefe de prensa, no un protagonista que se ponga detrás de ella, con una barba canosa, desaliñado y con imagen de sucio. El operador de medios de comunicación NO SALE en la foto, ni en la televisión. Ese espacio es para el jefe, punto. Apréndaselo, señor Camacho.
PD.- Señor Jorge Camacho Peñaloza, favor de pasar a liquidar adeudos publicitarios de su campaña electoral por la gubernatura, desde 2015, con la empresa editorial de EL SOL DE CHILPANCINGO. Creo que a otras empresas les quedó a deber gastos de publicidad convenida que no pagó.
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.