* El presidente de la Jucopo del Congreso del Estado dijo que “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, por lo que el Estado tiene la obligación de aplicar la Ley

Carlos Navarrete

“Con los delincuentes no se negocia, a los delincuentes se les castiga”, así lo expresó el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Congreso del Estado, Héctor Vicario Castrejón, ante el pacto que el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, dijo que hizo con un capo para evitar asesinatos de candidatos en el actual proceso electoral.
Entrevistado ayer previo a la sesión del Congreso, el también coordinador parlamentario del PRI hizo un llamado a no polemizar por las expresiones del prelado católico, cuya labor es social y espiritual con todos los sectores de la población, incluidos los grupos delictivos.
“Miren, sin duda es una opinión que genera polémica, lo que yo creo, lo que yo pienso, y hay que puntualizarlo con todas las letras ¿Cuál es el trabajo del señor obispo? Es social, es atender al espíritu y en ese sentido yo creo que su ámbito es la sociedad en general y él tiene que ver con los buenos y con los malos, pero su atención es del espíritu”.
Contrario a ello, expresó que el papel de las autoridades es velar por los intereses de la sociedad, aplicando la ley contra quienes las infringen, por ello dijo que es necesario distinguir el trabajo que tiene el jerarca católico y el del Estado.
“La responsabilidad del Estado es ver por el bien común de toda la sociedad, sin distingos de razas, credos ni religiones”, dijo Vicario Castrejón, quien añadió que “lo que yo puedo expresar en torno al tema es que con la delincuencia no hay punto de negociación, es aplicación de la Ley y debe haber aplicación de la Ley para quienes cometen un delito, esa es una opinión en torno a ello, yo creo que no necesitamos polemizar, sino dejar al prelado en lo que es su trabajo, su labor social que es atender al espíritu”.
Fue insistente en aclarar que el trabajo que desempeña Salvador Rangel en su carácter de obispo, es paralelo al del gobierno.
“Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios, entonces el señor obispo hace su trabajo de atención general, pero el Estado tiene la obligación de hacer que se respete la ley. Él podrá seguir su labor haciendo las expresiones que considere, pero el Estado sin distracciones debe de seguir claro con el objetivo de lo que es la autoridad. La acción del gobierno es hacer el bien común sin distinciones”, señaló el legislador.
De las peticiones que hizo el líder criminal que se reunió con Salvador Rangel el pasado viernes, en el sentido de que los candidatos a cargos de elección popular no compren el voto y que, en caso de ganar, cumplan sus promesas de campaña, Vicario Castrejón dijo que eso está estipulado en la Ley, y es competencia del gobierno garantizar que eso se cumpla.
El domingo, Salvador Rangel dio a conocer que dos días antes se reunión con el líder de un grupo criminal que opera en la zona de la Sierra, quien, según lo dicho por el prelado católico, se comprometió a no asesinar candidatos y a permitir el desarrollo del actual proceso electoral.
Rangel Mendoza comentó que el encuentro con el capo fue para agradecerle que haya permitido el restablecimiento del suministro de agua y electricidad a la comunidad de Pueblo Viejo, perteneciente al municipio de General Heliodoro Castillo, donde habitantes de ese pueblo solicitaron la intervención del obispo para solucionar el problema.