*El vocero Roberto Álvarez responsabilizó al primer edil de Quechultenango, Alberto Rodríguez, de lo que pudiera ocurrirle a un elemento de Seguridad Pública estatal detenido en ese municipio y a quien pretendían linchar afuera del palacio municipal
Redacción
El gobierno del estado responsabilizó al presidente municipal de Quechultenango, Alberto Rodríguez Jiménez, de lo que pueda ocurrirle a un elemento de la Policía del Estado que fue detenido de manera “irregular” por policías de ese municipio, en compañía de su esposa, dos hijas y su cuñado, lo que además consideró un acto de provocación por parte del primer edil.
Mediante un comunicado, el vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, informó que siendo aproximadamente las 15:00 horas de este sábado, fue detenido arbitrariamente el Policía Estatal Preventivo, Guadalupe “N”, y llevado hasta a la barandilla ubicada en la presidencia municipal de Quechultenango sólo por el simple hecho de haberse identificado como policía estatal, sin garantizarle el debido proceso.
Añadió que después de conocer la detención del policía estatal, desde la Secretaría de Seguridad Pública estatal se le hicieron “varias llamadas” al presidente municipal, quien “argumentó que lo habían detenido junto con otro masculino por andar en estado de ebriedad, a pesar de que no existe ninguna evidencia de un comportamiento indebido”.
Álvarez Heredia señaló que el policía estatal se dirigía a un balneario en su vehículo particular acompañado de su esposa, sus 2 hijas menores de edad y su cuñado, cuyo nombre no fue proporcionado.
El vocero advirtió en su comunicado que “en una actitud de abierta provocación, el referido alcalde se mostró siempre renuente a liberar a la persona detenida, incluso, trató de inducir a la Policía Estatal a que fuera hasta Quechultenango” por él.
Añade que “con toda mesura la Secretaría de Seguridad Pública evitó la confrontación y por varios canales se le siguió conminando al alcalde para que libera al Policía detenido, sin obtener una respuesta positiva”.
Álvarez Heredia señaló que “a las 18:30 horas habitantes de la cabecera municipal de Quechultenango reportaron a los medios de comunicación que habían retenido a dos elementos de la Policía Estatal” y que advirtieron que “los lincharían en la entrada del Ayuntamiento y el alcalde evadió la responsabilidad de proteger a quienes tenía retenidos”.
Explicó que “a las 19:30 horas se tuvo conocimiento que el policía detenido y un varón que lo acompañaba estaban siendo trasladados a Chilpancingo para ser puestos a disposición del Ministerio Público”, pero hasta “hasta las 20:00 horas, no se sabe del paradero de elemento policial ni el de su esposa, sus hijas menores de edad y el cuñado que lo acompañaban, y que permanecían en la Presidencia Municipal esperando que los liberaran”.
Álvarez Heredia señaló que “se solicitó la intervención de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos para salvaguardar que dichas personas no se les vulneren sus derechos humanos”.
Minutos después de las 10 de la noche de ayer, 7 horas después de la detención, policías municipales de Quechultenengo trasladaban a esta capital al policía estatal y a su cuñado, al parecer también policía, a esta capital, pero no se precisó si los pondrían a disposición de alguna autoridad o si los entregarían a la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
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Alcalde de Quechultenango secuestra a
Después de la detención irregular de un elemento de la Policía del Estado que venía acompañado por su esposa, sus dos hijas y un cuñado, el Gobierno del Estado hace responsable de la integridad del policía estatal al presidente municipal de Quechultenango, Alberto Rodríguez Jímenez.
El Vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, informó que siendo aproximadamente las 15:00 horas fue detenido arbitrariamente el Policia Estatal Preventivo, Guadalupe “N” y llevado hasta a la barandilla de la presidencia municipal de Quechultenango sin garantizarle el debido proceso y sólo por el simple hecho de haberse identificado como policía estatal.
Después de varias llamadas que se le hicieron al presidente municipal, éste argumentó que lo habían detenido junto con otro masculino por andar en estado de ebriedad, a pesar de que no existe ninguna evidencia de un comportamiento indebido.
Al momento de su detención, el policía estatal se dirigía a un balneario en su vehículo particular acompañado de su esposa, sus 2 hijas menores de edad y su cuñado.
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En una actitud de abierta provocación, el referido alcalde se mostró siempre renuente a liberar a la persona detenida, incluso, trató de inducir a la Policia Estatal a que fuera hasta Quechultenango.
Con toda mesura la Secretaría de Seguridad Pública evitó la confrontación y por varios canales se le siguió conminando al alcalde para que libera al Policía detenido sin obtener una respuesta positiva.
A las 18:30 horas habitantes de la cabecera municipal de Quechultenango reportaron a los medios de comunicación que habían retenido a dos elementos de la Policía Estatal argumentando que los lincharían en la entrada del Ayuntamiento y el alcalde evadió la responsabilidad de proteger a quienes tenía retenidos.
A las 19:30 horas se tuvo conocimiento que el policía detenido y un varón que lo acompañaba estaban siendo trasladados a Chilpancingo para ser puestos a disposición del Ministerio Público.
Hasta las 20:00 horas, no se sabe del paradero de elemento policial ni el de su esposa, sus hijas menores de edad y el cuñado que lo acompañaban y que permanecían en la Presidencia Municipal esperando que los liberaran.
Álvarez Heredia señaló que se solicitó la intervención de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos para salvaguardar que dichas personas no se les vulneren sus derechos humanos.
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COMUNICADO DE PRENSA
Después de la detención irregular de un elemento de la Policía del Estado que venía acompañado por su esposa, sus dos hijas y un cuñado, el Gobierno del Estado hace responsable de la integridad del policía estatal al presidente municipal de Quechultenango, Alberto Rodríguez Jímenez.
El Vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, informó que siendo aproximadamente las 15:00 horas fue detenido arbitrariamente el Policia Estatal Preventivo, Guadalupe “N” y llevado hasta a la barandilla de la presidencia municipal de Quechultenango sin garantizarle el debido proceso y sólo por el simple hecho de haberse identificado como policía estatal.
Después de varias llamadas que se le hicieron al presidente municipal, éste argumentó que lo habían detenido junto con otro masculino por andar en estado de ebriedad, a pesar de que no existe ninguna evidencia de un comportamiento indebido.
Al momento de su detención, el policía estatal se dirigía a un balneario en su vehículo particular acompañado de su esposa, sus 2 hijas menores de edad y su cuñado.
En una actitud de abierta provocación, el referido alcalde se mostró siempre renuente a liberar a la persona detenida, incluso, trató de inducir a la Policia Estatal a que fuera hasta Quechultenango.
Con toda mesura la Secretaría de Seguridad Pública evitó la confrontación y por varios canales se le siguió conminando al alcalde para que libera al Policía detenido sin obtener una respuesta positiva.
A las 18:30 horas habitantes de la cabecera municipal de Quechultenango reportaron a los medios de comunicación que habían retenido a dos elementos de la Policía Estatal argumentando que los lincharían en la entrada del Ayuntamiento y el alcalde evadió la responsabilidad de proteger a quienes tenía retenidos.
A las 19:30 horas se tuvo conocimiento que el policía detenido y un varón que lo acompañaba estaban siendo trasladados a Chilpancingo para ser puestos a disposición del Ministerio Público.
Hasta las 20:00 horas, no se sabe del paradero de elemento policial ni el de su esposa, sus hijas menores de edad y el cuñado que lo acompañaban y que permanecían en la Presidencia Municipal esperando que los liberaran.
Álvarez Heredia señaló que se solicitó la intervención de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos para salvaguardar que dichas personas no se les vulneren sus derechos humanos.