* Saldaña evita confrontar a Aguirre
* Beatriz Mojica y sus formas agresivas
* Huicochea y Apreza reviran agresiones

Jorge VALDEZ REYCEN

El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), Javier Saldaña Almazán, dejó en claro que no entrará en confrontaciones estériles, ni se subirá al ring para polemizar con el exgobernador Ángel Aguirre Rivero, que ha lanzado a través de twitter sendos mensajes de franca molestia y enfado.
Pero vayamos por partes: Beatriz Mojica Morga, aspirante a la senaduría por el Frente integrado por PRD-PAN-MC lanzó temerarias acusaciones sobre observaciones hechas por la Auditoría Superior de la Federación al gobierno de Guerrero. De inmediato fue desmentida por el secretario de Administración y Finanzas, Héctor Apreza Patrón y por el presidente del PRI en Guerrero, Heriberto Huicochea Vázquez.
El desmentido tuvo algunas expresiones altisonantes, a través de un boletín de prensa, donde salpican al exgobernador Ángel Aguirre Rivero, y éste reaccionó inusualmente, como pocas veces se ha visto. Claro que la exsecretaria general del PRD nacional tuvo gran participación en este desencuentro ríspido.
Y se preguntará qué onda con Javier Saldaña Almazán y el tuit de caballos de dos y tres millones de pesos. Pues nada, simplemente el rector de la UAGro declinó con prudencia y alta sensibilidad entrar en una ruta de dimes y diretes con Aguirre Rivero. Mencionó que la ASF ya recibió la cuenta pública de la universidad y no hay observaciones, ni tampoco dudas.
Si partimos de que todo se debió a que la aspirante a senadora Beatriz Mojica es proclive a los reflectores y atraer la atención generando conflictos inexistentes, fue ella quien tiró la piedra. Esa pedrada es otra más de las decenas de piedras lanzadas contra el gobernador Héctor Astudillo Flores en estos dos años y cuatro meses de gestión. La insistencia de Mojica es enfermiza, compulsiva y hasta caníbal, como en los tiempos más oscuros donde políticos dirimían sus diferencias lanzando lodo.
No digiere la derrota dolorosa del 2015, es evidente. La señora se ha empeñado en ello y el desdén o, mejor dicho, la indiferencia a su perorata corrosiva y cargada de odio y resentimiento, revuelto con amargura y frustración, la ubican en otra dimensión. No atina a evitar que en su partido se produzca una desbandada de chapulines incontrolable, ante el desencanto de sus militantes. Eso parece valerle madre.
Por eso se entiende el hartazgo y enfado de Huicochea y Apreza contra quien ha estado duro y palo enchinchando la borrega con argumentos falaces. Y es que dicen que a Mojica se le olvida que dejó un cochinero a su paso y solo ve la paja en el ojo ajeno. Ambos políticos, cercanos a Astudillo, interpretaron sin duda ese fastidio y dijeron “¡Ya estuvo!”.
¿Por qué entonces entra Aguirre Rivero a escena? Pues porque ella se ha encargado de vender la idea de que la apoya, cuando ni siquiera se pelan. Es más, ella ha marcado distancia con el político de Ometepec y éste ha correspondido esa lejanía. Lo peor de todo es que a Aguirre lo siguen buscando quienes lo han satanizado y hasta obligado a renunciar al PRD. Por eso el apremio de encontrar puntos de equilibrio y contrapesos, que pocos avezados en política entienden y comprenden.
Lo que sigue es que a Bety Mojica le hagan vacío, y ella solita se encapsule y quede reducida su próxima campaña electoral a simple anécdota de un tercer lugar cantado.
Bien por Saldaña, que declinó confrontar a Aguirre. Fue lo más sensato, cuando en este escenario de convulsión y belicosidad electoral hacen falta estrategias e inteligencia para hacer po-lí-ti-ca.
Nos leemos… SIN MEDIAS TINTAS.