¿Secretos negros de Pamika?

 

Felipe Victoria

 

Les comento con pena que en los medios, a través del Internet y programas de radio y TV, ganó mucha popularidad la comunicóloga Leslie Ann Pamika Montenegro del Real, con su jocoso y peligroso personaje de “La Nana Pelucas”, que explotaba la sátira política hasta extremos incómodos para los aludidos y funcionarios que resultaban mencionados por ella.

Ningún burócrata se negaba a recibirla disque para “entrevista” porque no querían escandalitos ni ruido después, así que preferían sobrellevarla como trataba a otros.

Como quien dice, Pamika Montenegro, “La Nana Pelucas” no dejaba títere con cabeza y de plano revolcaba y ridiculizaba a las personas con quienes se metía, no tan de broma, sino de burla y eso llega a generar reacciones a veces, o inclusive existen lacrosos que sin consultar con los directamente ofendidos toman acciones intimidatorias o hasta funestas.

Viene al caso recordar el “Zorillazo” en mayo de 1984 contra el temido columnista Manuel Buendía Tellezgirón, metiendo en predicamentos al presidente Miguel de Lamadrid y a Manuel Bartlett Díaz.

Igual por lo dicho en conferencia el martes por el fiscal general, Xavier Ignacio Olea Peláez, ya calculan que tuvieron que ver algunos mafiosos con quitarle la vida a la popular youtuber que según “dobleteaba” entre grupos antagónicos que se disputan Acapulco.

Habrá que contener la impaciencia hasta que la Fiscalía de resultados en firme y no especulaciones, pues en este mundo de pronto todos pueden convertirse en sospechosos; baste recordar cuando asesinaron al comediante Paco Stanley el 7 de junio de 1999 y se descubrieron sus ligas secretas con el narco, un bombazo para el mundillo de la farándula televisiva.

Claro que hay formas y estilos de entretener y divertir a la gente, pero el escarnio siembra peligros y por estos rumbos los de la aristocracia de la burocracia tienen muy delgada y sensible la piel, alérgicos a chantajes.

La gente del periodismo y la farándula en ninguna parte cuenta con blindaje suficiente, ni personal de seguridad, excepto los figurones de nivel nacional, así que los periodistas de trinchera se la llevan con el Jesús en la boca pidiendo el milagro de no sufrir un artero atentado en cualquier momento, como le ocurrió el lunes en su restaurante ‘Todos los Santos’ del Fraccionamiento Costa Azul recién inaugurado, a la actriz cómica metida al periodismo desmesurado por internet.

Indudablemente la Fiscalía a cargo de Javier Ignacio Olea Peláez tuvo que darse prisa para ofrecer indicios de las pesquisas al gremio periodístico, al pueblo y la superioridad oficial, que así se lo requirió pues bien que conocieron de alguna manera a la popular “Nana Pelucas”.

Sospechar de políticos agraviados por la actriz cómica parecería como abrir un directorio telefónico y Pamika no fue ninguna monedita de oro; qué caras le costaron las risas y sonrisas de quienes la miraban por su blog en el Internet con miles de seguidores.

Sin embargo, los sabuesos de la Policía Ministerial primero que nada deberán indagar en los grupos de extorsionadores que imponen cuotas y pisaje en el área del Fraccionamiento Costa Azul, que pudieron haberle dado la macabra lección por negarse a pagar las cantidades que exigían a un negocito de comidas que apenas comenzaba por aclientelarse, la plaga infame que tantos padecen ahora en Acapulco sin remedio ni voluntad política para que las policías intervengan previniendo ilícitos.

El lamentable e indignante suceso macabro del 5 de febrero, enturbia el ambiente preelectoral donde a todos los personajes que ya se registran a precandidaturas les lloverán reclamos exigiendo que expliquen convincentemente qué harán contra la inseguridad pública, si se les hace convertirse en alcaldes el primer domingo de julio, porque las promesas faraónicas ya no sirven.

Mi sentido pésame a los familiares de Pamika Montenegro y a su marido el escultor Samuel Muñúzuri, creador de la sirena chanda en la Costera que acabaron decapitando y cortándole las manos hace unos años.

Cáustica y divertida la dama para los amantes del choteo irreverente de funcionarios, que mejor se reservaban su derecho de réplica porque palo dado ni Dios lo quita, ya después y con otros métodos calmarían los ataques e indiscreciones.

Pero así como Pamika rebasaba la debida mesura, otros no guardaron la compostura y decidieron no respetar su vida, amarga consecuencia con frecuencia repetida en este país donde la impunidad es casi garantía para la delincuencia empoderada y amafiada con algunas autoridades de los tres niveles.

Como quiera que haya sido, que descanse en paz la “Nana Pelucas”. Mensaje subliminal colectivo para quienes abusan del libertinaje en las redes sociales.

-¡Tilín, tilín!- Suena la campanita escolar.

-Maestra Pizarrina, febrero comenzó más cayón todavía y ni para donde hacerse.

-No se apaniquen chamacos, asesinatos ocurren donde quiera contra quienes se meten en andanzas peligrosas o andan en malos pasos.

-Aaarajo Teacher, ya ni los curitas pueden salir a divertirse profanamente.

-Pues menos en las inmediaciones de Taxco, donde hay tanto diabólico suelto.

-¿Sigue esa práctica del “rayado” y apadrinamiento narcosatánico para los que se meten en el comercio clandestino de drogas?

-¡Shhh… cábrense cayones!, donde quiera se   encuentran figuritas del Santo Malverde y la Santa Muerte en altares y a la venta en los mercados junto a los hierberos.

-¿Así de dura y pelona se está poniendo la cosa, teacher?

-Chequen lo que insinúan algunos obispos.