*Elementos de las fuerzas de seguridad evitaron que civiles embozados y armados retuvieran a un joven en Zumpango, y después de una persecución detuvieron a 17 personas
*Después, otro numeroso grupo de policías ciudadanos estuvieron a punto de enfrentarse a balazos con estatales y militares, pero éstos se impusieron y lograron desarmarlos y detenerlos
Rosario García
En dos acciones diferentes, policías estatales, federales y elementos del Ejército desarmaron y detuvieron en Zumpango a 49 hombres armados autodenominados policías ciudadanos de Mezcala, a quienes les decomisaron 54 armas largas, 4 armas cortas –entre ellas varias de uso exclusivo de las fuerzas armadas— y 6 vehículos.
Además, las fuerzas de seguridad liberaron a 5 policías estatales, 2 policías municipales y a una empleada de Bansefi que estaba como responsable de pagar los apoyos de Programa Federal Próspera, que habían sido retenidos en represalia.
De acuerdo con fuentes oficiales, en una primera acción registrada minutos después de las 2 de la tarde, fueron detenidos 17 civiles armados y embozados que pretendían entrar a la cabecera municipal de Eduardo Neri para retener a un adolescente que se encontraba en una escuela secundaria.
Sin embargo, cuando los hombres armados se percataron de la llegada de policías estatales, pretendieron huir registrándose una persecución en la parte baja y alta del Cerro del Tepetlayo, donde los civiles fueron alcanzados, desarmados y detenidos.
Los 17 civiles detenidos son originarios de varias comunidades de Eduardo Neri y forman parte de la policía comunitaria que tiene base en Mezcala.
Los detenidos fueron trasladados a Chilpancingo y llevados a las oficinas de la delegación estatal de la Procuraduría General de la República (PGR), donde se determinaría su situación legal.
El operativo fue reforzado con policías federales y elementos del Ejército, además que contó con la participación de dos helicópteros de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
Los civiles armados (comunitarios) iban en su mayoría encapuchados, y tanto las armas que portaban como las camionetas en que se trasladaban fueron aseguradas para ser puestas a disposición de las autoridades correspondientes.
Al enterarse de la detención de sus compañeros, alrededor de las 4 de la tarde, otro grupo de policías ciudadanos de Mezcala se trasladó a Zumpango a bordo de tres camionetas, pero al llegar fueron interceptados por los elementos policiacos y militares.
Los civiles armados encararon a los elementos de las fuerzas de seguridad y hubo momentos de tensión cuando se registró un forcejeo, golpes e incluso cortaron cartuchos de las armas por parte de ambos bandos.
Hubo un momento en el que un policía estatal pidió a los elementos de la Policía Federal que les ayudaran, pero estos no se metieron al forcejeo.
Con la tensión en su máximo, vino un manotazo por parte de un policía que permitió el desarme de uno de los comunitarios y posteriormente el resto de los civiles armados decidieron rendirse.
En esta segunda acción fueron detenidos otros 32 hombres, mismos que fueron trasladados a las instalaciones de la PGR con sede en Chilpancingo.
Al enterarse de esto, un grupo de policías ciudadanos de Mezcala bloquearon totalmente durante tres horas la carretera federal Chilpancingo-Iguala, a la altura de Plan de Liebres, para protestar por la detención de sus compañeros y exigir que fueran puestos en libertad de manera inmediata.
Más tarde, tras el desbloqueo de la carretera federal, las fuerzas de seguridad ingresaron a la comunidad de Mezcala, donde lograron la liberación de cinco policías estatales, dos municipales y una contadora empleada de Bansefi, responsable de entregar apoyos del programa Prospera, que habían sido retenidos en Plan de Liebres por los policías ciudadanos.
El vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia, confirmó la detención de 49 civiles como resultado de estos hechos y aseguró que el gobierno estatal y las instituciones federales de seguridad “no permitirán actos de impunidad que pongan en riesgo la seguridad de la ciudadanía y hará valer el Estado de derecho con pleno respeto a los derechos humanos”.