* El cierre a ambas vialidades por parte de padres de familia inconformes, apoyados por la UPOEG, duró más de cuatro horas, lo que causó un severo caos vehicular en ambos sentidos y al parecer no les resolvieron nada

 

Bernardo Torres

 

Padres de familia de dos escuelas de la localidad de Acahuizotla, municipio de Chilpancingo, bloquearon varias horas la carretera federal México-Acapulco y la Autopista del Sol, en exigencia de la reconstrucción de dos escuelas.

Se trata de una primaria y un preescolar que fueron construidos hace más de 40 años, dicen los padres de familia que incluso antes del terremoto de 1985, por lo que han cumplido su vida útil y el último movimiento telúrico terminó por agrietarlos.

Los padres de familia de ambas instituciones educativas dieron aviso de inmediato a las autoridades responsables para que revisaran el estado de los inmuebles y así garantizar la integridad de los más de 400 alumnos de primaria y preescolar, que conforman el total de la comunidad.

El bloqueo a la carretera federal México-Acapulco inició alrededor de las 11:00 horas, por unos 200 padres de familia y pobladores, apoyados por elementos de la Policía Comunitaria de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).

Durante más de cuatro horas esperaron la llegada de funcionarios de la Secretaría de Educación (SEG), que acudirían incluso desde la semana pasada a verificar el estado de las escuelas y determinar si se repararían o se reconstruirían en su totalidad, dadas las afectaciones que presentan, pero nadie llegó.

Pasadas las 15:00 horas en vista del desdén de las autoridades estatales, padres de familia y pobladores llevaron su movilización a la Autopista del Sol, donde bloquearon los cuatro carriles de dicha vía, para ejercer mayor presión, para entonces un funcionario, que no tuvo la capacidad de resolver, dialogaba con los inconformes.

La inconformidad pasó también a los automovilistas, quienes llevaban varias horas varados, con destino al puerto de Acapulco y hacia la Ciudad de México, quienes sufrían las inclemencias del tiempo, además de la prisa por llegar a su destino.

Estas dos escuelas son las únicas que hay en el poblado, y mientras las autoridades determinan el proceder, los alumnos están tomando clases a la intemperie, estos últimos días de la temporada de lluvias tuvieron que suspender clases por más de una semana al no haber condiciones.

Tanto el Instituto Guerrerense para la Infraestructura Física Educativa (IGIFE) y la Secretaría de Protección Civil, han determinado que ambas instalaciones son inutilizables, pero ninguna autoridad les ha dicho si las van a reconstruir, por lo que decidieron manifestarse. (API)