* Trabajarán en levantamiento de censos de damnificados por el huracán Max y el temblor del 19 de septiembre, acuerdan con funcionarios de esa dependencia
Fernando Hernández
Los 18 trabajadores de la Unidad Técnica del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), que mantienen una huelga de hambre en las oficinas de la Delegación en Guerrero de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), levantaron su protesta para que se puedan hacer los censos de las familias damnificadas por la tormenta ‘Max’ y el terremoto de magnitud 7.1 que ocasionó daños severos en 19 municipios de la entidad.
El pasado miércoles, un grupo de 18 de 33 trabajadores del Fonden, a quienes no les ha pagado sus honorarios desde hace seis meses, porque la Sedatu agotó los recursos que había para ello, iniciaron una huelga hambre y mantenían tomadas las instalaciones de la Delegación de esa dependencia.
Funcionarios de la Delegación en Guerrero de la Sedatu sostuvieron un acercamiento con los huelguistas tras el que se acordó que los inconformes de sumarán a las labores para levantar los censos de las familias afectadas, tanto por el huracán Max como por el terremoto del pasado 19 de septiembre.
La arquitecta Violeta Medina puntualizó que el acuerdo es un acto de solidaridad con las miles de familias que viven una tragedia tras el paso del huracán y el terremoto.
Argumentó que el personal que trabajará en levantar los censos no tendrá un pago por sus servicios, y que el gobierno federal únicamente cubrirá sus gastos de traslado a las zonas afectadas, así como los hospedajes y la alimentación del equipo de profesionistas.
Comentó que el Fonden establece plazos fatales para que se realicen los censos, por lo que hay riesgo latente de que el sistema del fondo cierre y miles de familias se queden sin recibir los apoyos que serán destinados a la atención de los municipios declarados como zonas de desastre.
Aseguró que los censos por las afectaciones derivadas del huracán ‘Max’ deben ser ingresados a los sistemas del Fonden a más tardar el 9 de octubre, mientras que los daños por el terremoto deben de incluirse en las plataformas electrónicas del fondo antes del 19 de octubre.
Violeta Medina argumentó que si bien se pudiera contratar personal para realizar los censos, ellos tienen la experiencia que les dejó el conteo de los daños derivados de la tormenta tropical ‘Manuel’ y el huracán ‘Ingrid’ que siniestraron gran parte del estado en septiembre de 2013.
Comentó que uno de los principales riesgos de si se contrata personal sin experiencia, es que los censos pueden no reflejar de manera correcta la magnitud de los daños en las zonas que arrasaron las lluvias ocasionadas por el huracán y el temblor que tuvo como epicentro una zona limítrofe entre los estados de Puebla y Morelos, y que se sintió muy fuerte en municipios de la región Norte de Guerrero.