* El gobernador aseguró que para su administración lo más importante es la seguridad de los alumnos y maestros

 

* Informó que hasta el momento hay unas 8 mil viviendas con daños, de las cuales mil 800 quedaron inhabitables o de plano se cayeron, y calculó las afectaciones en mil 400 millones de pesos

 

ALONDRA GARCÍA / REDACCIÓN

 

La seguridad de alumnos y maestros “es lo más importante”, por lo que si alguna escuela tiene algún inconveniente sobre la situación de su infraestructura y no está en la lista, el gobernador Héctor Astudillo Flores sugirió “que no haya actividades”.

Cuestionado sobre las protestas simultáneas y paro de labores de diversas escuelas públicas que exigen un dictamen de Protección Civil para descartar cualquier riesgo de colapso ante algún movimiento telúrico, el mandatario estatal dijo que la seguridad es lo más importante y que si alguna escuela presenta problemas estructurales, se deben suspender las clases hasta descartar cualquier riesgo.

Astudillo Flores dijo que tras el sismo de 7.1 grados que tuvo su epicentro en Morelos, el martes pasado, se trabaja para descartar cualquier riesgo en los más de 12 mil planteles educativos que hay en el estado, por lo que pidió a padres de familia que se solidaricen y apoyen en los trabajos de revisión, pero sugirió que si alguna escuela presenta problemas estructurales y no está entre las 115 ya dictaminadas con afectaciones, deben suspender las actividades.

Antes, en una entrevista radiofónica en el noticiero matutino de Capital Máxima, el gobernador informó que en Guerrero hay más de 8 mil viviendas afectadas a causa del sismo de 7.1 grados que ocurrió el 19 de septiembre y de los efectos del huracán ‘Max’, que tocó tierra en Costa Chica el día 14 de este mismo mes.

Indicó que del total de casas afectadas, aproximadamente mil 800 tienen daños severos o se cayeron; otras mil 500 tienen afectaciones medias y más de 2 mil 500 registran afectaciones mínimas, como cuarteaduras.

Añadió que según “un cálculo rápido”, las afectaciones provocadas por el huracán ‘Max’ y el temblor se cuantificarían en unos mil 400 millones de pesos.

Astudillo Flores reconoció que “no hay un recurso que esté listo” para ejecutar todas las acciones necesarias en la reconstrucción de los daños, pero señaló que su gobierno ha apoyado de manera emergente a las familias afectadas con programas como Empleo Temporal y comedores comunitarios.

“No hay un recurso que digas que ya está listo. Hemos ido ayudando” a los afectados, “ha habido una gran solidaridad, hemos ayudado a todos los que hemos podido ayudar y se ha requerido. Lo hemos hecho y lo vamos a seguir haciendo, por supuesto, con programas y acciones como pipas y maquinaria”.

En ese sentido dijo que “la maquinaria se ha movido muy rápido para resolver problemas de caminos y los comedores comunitarios de Sedesol han estado funcionando perfectamente en auxilio de los guerrerenses”.

Asimismo, indicó que la autoridad estatal “está procesando de manera muy ágil los daños”, principalmente en la región Costa Chica, donde el huracán ‘Max’ afectó varias hectáreas de cultivos.

“La milpa, el maíz quedó realmente echado a perder y tenemos que procesar todo eso para poder ayudar” a los productores afectados, comentó.

Astudillo Flores agradeció la solidaridad de miles de guerrerenses que han apoyado a los damnificados, así como el apoyo de varios personajes destacados como el cantante Erasmo Catarino y el comediante Javier Carranza, El Costeño, quienes han abonado en la entrega de apoyos.

Aseguró que su gobierno no está empecinado en almacenar despensas y apoyos, sino en entregarlos a la gente que los necesita.

“Nosotros no queremos almacenar. Yo prefiero que la gente en lugar de que tenga una botella de agua, tenga tres, que tengan todo lo que nos llega. Preferimos hacerlo así que almacenar”, expresó.

El mandatario recordó que “septiembre siempre ha sido un mes difícil para Guerrero”, pues históricamente ha enfrentado fenómenos naturales relacionados con las lluvias, como las tormentas ‘Ingrid’ y ‘Manuel’ en 2014 y el huracán Paulina en 1997.

“Siempre se han presentado lluvias como las que ahora se están presentando y hay que hacerles frente, hay que estar muy atentos (…). Esto apenas está empezando, hay que seguir adelante, hay que cuidarse mucho. Sigue temblando, no se siente pero siguen habiendo temblores muy suaves, hay que cuidarse y hay que cuidarse mucho de las lluvias”, expuso Astudillo Flores.

Dijo que aunque “la emergencia ya pasó” y se resolvieron temas urgentes como la energía eléctrica, albergues y caminos en las zonas afectadas, los damnificados aún viven la tragedia.

“Yo encuentro desesperación, impotencia, llanto, angustia en mucha gente que he encontrado en Taxco, en mucha gente que he encontrado en algunos otros lugares y yo creo que hay que estar muy pendientes de todos y cada uno de ellos para hacerles sentir que estamos ocupados para tratar de colaborar y para tratar de ayudar en todo lo que sea necesario para salir adelante”, expresó.

Astudillo Flores advirtió que actualmente se viven “tiempos difíciles, nada sencillos”, por ello, dijo que las autoridades y la sociedad deben “concentrarse” y no perder el tiempo.

“Hay que ver este asunto con un gran sentido de responsabilidad y los que puedan ayudar que nos ayuden, creo que lo urgente está siendo atendido”, sentenció.

Asimismo, destacó que aunque lamentablemente seis personas perdieron la vida en Guerrero durante el sismo de 7.1 grados Richter, las afectaciones fueron mínimas comparadas con otras entidades.

Prueba de ello, dijo, es que en el municipio guerrerense de Atenango del Río solamente resultaron dañadas 400 casas, mientras que en el municipio colindante de Jojutla, Morelos, fueron más de 10 mil viviendas siniestradas.

La seguridad de alumnos y maestros “es lo más importante”, por lo que si alguna escuela tiene algún inconveniente y no está en la lista, el gobernador Héctor Astudillo Flores sugirió “que no haya actividades”.

Ante las protestas simultáneas y paro de labores de diversas escuelas públicas que exigen un dictamen de Protección Civil para descartar cualquier riesgo de colapso ante algún movimiento telúrico, el gobernador Héctor Astudillo Flores afirmó que la seguridad es lo más importante, por lo que si alguna escuela presenta problemas estructurales, se deben suspender las clases hasta descartar cualquier riesgo.