SADYHEL ASTUDILLO

 

Aprovecho el espacio brindado para hacer pública mi adhesión al pesar por los momentos difíciles por los que atraviesa nuestro país en estos momentos. Una tragedia difícil de pasar al olvido; pero con trabajo conjunto será más fácil de poder sobrellevar. Es momento de ser solidarios y hacer lo que está en nuestras manos para apoyar a la población damnificada, quizás no sean nuestros amigos o consanguíneos, pero si son nuestros paisanos.

De hecho, mi participación de esta semana pretende hacer comentarios puntuales con respecto de estos lamentables sucesos.

En primera instancia tenemos el hecho de que los sismos, sean de cualquier magnitud, trepida torios u oscilatorios, no hay forma de predecir o estimar en que momento o lugar van a ocurrir. Por ello se cuentan con alarmas e instrucciones para seguir en caso de que se presenten. La clave está en conservar la calma —quizá lo más difícil de todo— y saber cómo actuar. No inducir el caos ni la histeria y ayudar a que la tranquilidad prevalezca.

Siguiendo con el hecho de la incertidumbre, también es claro entonces que nadie tiene la certeza de que va a ocurrir en cierta cantidad de tiempo un sismo de igual o mayor escala, estas serán simples suposiciones. No hay porque entrar en pánico, difundir información falsa ni mucho menos creer en algo que no tiene una fuente o es de origen dudoso. Lo único seguro —y que todos sabemos— es que las réplicas son inevitables después del sismo.

Esta es de tomarse a consideración antes y durante la alerta, posteriormente toca hacerle frente al recuento de los daños y a la solución de problemas, situación por la que está atravesando el país en estos momentos.

Como continuamente se ha mencionado, debemos ser solidarios, ponernos la mano en el corazón y brindar toda la ayuda que nos sea posible, sea en la forma que uno prefiera. Apoyando con mano de obra, en especie, económicamente, informando, transportando, como médico, ingeniero, arquitecto y un interminable etc., no importa la edad, profesión o situación, todos podemos apoyar de alguna manera.

En una opinión personal les puedo aconsejar que, sea cual sea la manera en que van a brindar apoyo, lo hagan —de ser posible— presencialmente, apoyando con sus conocimientos o apoyo en “mano de obra” o, en caso de donativos entregarlos directamente en la zona de afectación o por medio de una persona u organización que efectivamente compruebe que esa ayuda llegará a las manos que realmente la necesitan.

Como todos sabemos la difusión rápida de la histeria y de la falsa información es la especialidad de las redes sociales. Por ello es común encontrarnos con noticias (algunas verídicas otras no tanto debido al Photoshop) alarmantes o preocupantes en demasía. Como ya se mencionó, no tenemos por qué hacer caso y mucho menos preocuparnos, la mejor manera de combatir estos sucesos es con prevención y actuando con cabeza fría.

En conclusión y no deseando futuras ocasiones de esta naturaleza, debemos en primera estar prevenidos, hago alusión a un dicho popular que dice: “espera lo mejor, prepárate para lo peor”; tener todos los documentos importantes bien resguardados, pero también a la mano. También la importancia de estar organizados con los familiares y vecinos para actuar de manera conjunta. No alarmarse ante falsas noticias, saber depurarlas y compartir lo que realmente será de ayuda para los demás.

Por último, de poder brindar apoyo, buscar la manera de que esta sea presencial o por medio de un canal seguro. Unámonos en estos tiempos difíciles y salgamos adelante como la fuerte nación que somos.

 

letrasadyhel@outlook.com