QUIENES se jactan de conocer bien las entrañas del PRD y la forma en que se manejan las varias tribus que interactúan dentro de ése que llaman partido pero que en realidad es una federación de partiditos, que se asemejan más a sectas y cofradías, juran y perjuran que la lucha por las candidaturas a cargos de elección popular en el actual proceso electoral va a ser encarnizada y sangrienta.
UN ANTICIPO ya lo dieron los masiosares que regentean en Guerrero Nueva Mayoría el domingo pasado. Armado el tinglado tras bambalinas por Evodio Velázquez, que es el que trae la cartera gorda, sirvió para armar el show de su destape como aspirante a senador y, para disfrazar el asunto a fin de que no resultara muy obvio, de pasón rozón subir al convoy de los probables candidatos al fortalecido Antonio Gaspar Beltrán, quien de acuerdo con un par de recientes encuestas va como puntero, y por muchos puntos, en la lista de aspirantes a la presidencia municipal de Chilpancingo. La única que, según las mismas encuestas, parece que podría darle batalla, sería la diputada federal Beatriz Vélez.
PERO OTRA Beatriz, que también tiene en el primer lugar de su lista de deseos un escaño en el Senado de la República, de apellidos Mojica Murga, en su carácter de secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional perredista e integrante destacada de Nueva Mayoría, estuvo presente en el evento del domingo e intercambió con Evodio miradas asesinas. No le quiso dejas sola la plaza y no se dieron con las cubetas porque no tenían a la mano ninguna, y además había demasiadas miradas morbosas encima de ellos como para hacer desfiguros y perder la compostura.
PERO EVODIO, que parece que sí aprendió mañas pandilleriles, simplemente ordenó a sus operadores de medios que suprimieran toda mención y hasta la imagen en las fotografías de la aguerrida Bety Mojica –que va a todas, aunque no la inviten, con tal de mantenerse visibilizada en el escaparate de los protagonismos—, y que minimizaran su presencia en el evento. Ella, por su parte, se movió y logró colarse en los encabezados y las notas periodísticas que se publicaron y dieron cuenta del evento perrediano.
EVIDENTEMENTE las hostilidades internas dentro de Nueva Mayoría ya se abrieron con fuerza y otro arrollado por Evodio fue Sebastián de la Rosa, a quien su propio hermano Julián le hizo fuchi, para de inmediato treparse a la cargada pro Evodio. ¡Qué gacho debió sentirse el popular Zorrillo luego de que su hermano le dio la espalda en su aspiración política por ser senador de la República! Parafraseando a un fallecido ex gobernador del estado, que con frecuencia repetía el popular refrán de que en política los amigos son de mentiras y los enemigos de a de veras, también en política hay parientes que no son tan leales y solidarios. Y casos hay muchos, además de los hermanos De la Rosa.
ASI LAS COSAS, Bety Mojica ya mordió el polvo y se dio cuenta de que Evodio Velázquez va con todo. Sabedor ya –todas las encuestas y lo que los viejos llaman la vox populi así lo sentencian— de que no tiene la mínima posibilidad de reelegirse como alcalde de Acapulco, pues de lanzarse otra vez como candidato a la presidencia municipal acapulqueña le significaría sufrir una vergonzosa y estrepitosa derrota electoral, decidió buscar una de las dos candidaturas del PRD a senador.
Y EN ESE propósito va a vapulear a la costachiquense-calentana Bety Mojica, a quien pronto veremos sufrir la Furia Evódica. Para eso, Evodio se ha aliado con ese subnormal metido en la política que cuando le chiflan pone la jeta de ¡¿what?! y dice que se llama David Jiménez Rumbo, quien ya se prepara para buscar ser el candidato del PRD a la presidencia municipal de Acapulco.
TAL PARA CUAL. Evodio y David han hecho su pacto. Ayúdame y yo te ayudo, se han jurado uno al otro. Ambos parecen cortados por la misma tijera: son embusteros, desmedidamente ambiciosos, perversillos, lenguaraces y mentirosos. ¡Ah, y son buenos para chingarse la lana!
VISTO ASÍ el panorama político, parece que estará entretenido de aquí hasta las elecciones de junio de 2018.