Oaxaca y Chiapas, los más afectados por el sismo de 8.4 grados.—Astudillo: Guerrero sufre algunos daños materiales, pero no hay víctimas.— Diputados exigen que las mineras en el estado cumplan con normas ambientales

 

Enrique Vargas

 

Cerca de la medianoche del jueves pasado, se produjo en el sur de la República Mexicana lo que ha sido registrado como el mayor sismo en los últimos 100 años, ya que los sismógrafos llegaron a marcar un registro de 8.4 grados, lo que hizo que superara el del año de 1985, que con una medición telúrica de 8.2 grados, se mantenía como el más fuerte y destructivo que sacudió buena parte del país, especialmente el Distrito Federal, donde dejó miles de muertos y enormes daños materiales, y que en Guerrero provocó también una grave repercusión, con mucha destrucción y personas fallecidas en los derrumbes.

En esta ocasión Oaxaca es la entidad que reporta los mayores daños, pues informa de 90 personas fallecidas, seguido por Chiapas con 15 y Tabasco, con 4. Se destaca que el número de damnificados alcanza los 2 millones de personas.

En Guerrero no hay reporte de personas fallecidas a consecuencia de los derrumbes que se hayan producido en el territorio estatal, porque fueron muy pocos esos problemas.

El gobernador Héctor Astudillo hizo un amplia recorrido, luego de registrado el macrosismo y la información recabada indica que un total de 52 escuelas están dañadas, de las cuales 47 tienen daños parciales, aunque hay que hacer obras considerables de reparación y rehabilitación, mientras que 5 escuelas tendrán que ser demolidas y reconstruidas en su totalidad.

En Iguala hay 3 de esos planteles escolares, 2 en Chilpancingo y uno en Cuetzala del Progreso.

Los sismos y terremotos tienen una presencia permanente en el estado de Guerrero, ya que la entidad está asentada en una de las zonas sísmicas de mayor actividad en el continente, por la concurrencia de tres placas terrestres, la de Cocos, que cubre la mayor parte del litoral del Pacífico, que choca hacia el noroeste, con la placa Americana y al sureste, con la del Caribe, y fue con ésta donde se dio la liberación de una gran cantidad de energía, que derivó en el mayor terremoto de los últimos 100 años, según los sismológicos del país.

El menor daño del terremoto reciente es que se produjo con movimientos oscilatorios, con menos presencia de los trepidatorios, que son los que cusan mayor destrucción, porque genera un movimiento de “brincos”, por así decirlo, mientras que el oscilatorio genera movimientos horizontales, del modo de una hamaca, que igual son destructores, pero en menor medida.

El mayor daño se registra en las zonas más cercanas al epicentro del temblor, que en este caso fue ubicado en el Istmo de Tehuantepec, mientras que el de hace 32 años se dió en la Costa Grande de Guerrero.

Desde el mismo jueves en la noche y muy temprano el viernes, el gobernador Héctor Astudillo realizó un recorrido por las partes que se dijo estaban más afectadas, tanto en las costas como en la regiones Norte y Centro, aunque afortunadamente las consecuencias no fueron graves y sobre todo, no hay reporte de personas afectadas o con lesiones graves.

En esta ocasión Guerrero sintió muy fuerte el terremoto, pero las consecuencias fueron menores, aunque el susto fue bastante considerable.

DIPUTADOS EXIGEN QUE LAS MINERAS EN EL ESTADO CUMPLAN CON LAS NORMAS AMBIENTALES.— En Guerrero, con bajo potencial agrícola y ganadero, se ha incrementado la presencia de las empresas mineras, ya que resulta ser la mejor y casi única forma de aprovechar el territorio montañoso del estado, pero en este acelerado desarrollo que se ha presentado en la última década, no se han cuidado suficientemente las normas ambientales, porque se ha hecho ver que la minería puede ser una industria muy productiva, pero que requiere de una supervisión importante, porque también puede generar muchos problemas de daño ambiental.

En el Congreso del Estado, las comisiones de Desarrollo Sustentable, de Cambio Climático y de Desarrollo Económico, demandaron que esa actividad debe contar con un estudio amplio y detallado de impacto ambiental de las distintas mineras que trabajan en el estado.

El legislador Isidro Duarte Cabrera presentó el exhorto para que las dependencias gubernamentales relacionadas con esa actividad revisen e identifiquen a las mineras que no cumplan con la normatividad ambiental y se les apliquen las sanciones correspondientes, además de hacer que cumplan con los trabajos de mitigación de impacto ambiental en las zonas donde desarrollan sus actividades.

Se señala que la extracción y purificación de los minerales han ocasionado un grave daño atmosférico por la modificación del suelo y la vegetación, aparte de que dejan contaminación de las aguas superficiales y subterráneas, lo que afecta y daña la vida de las comunidades en cuya cercanía se desarrollan las explotaciones mineras.

Debe verse la minería como una opción importante para el desarrollo del estado, pero también debe cuidarse escrupulosamente que las empresas mineras, extranjeras en su mayoría, cumplan con los más altos estándares de cuidado del ambiente, para que no saquen la riqueza del subsuelo y dejen destrucción y daños en las zonas donde se ubican.

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