* El Monseñor Leopoldo González, nuevo responsable de la Arquidiócesis de Acapulco, llamó “a quienes recorren caminos de muerte, que han hecho surgir este ambiente de inseguridad y de miedo”, a recapacitar y resarcir el daño hecho

 

ALONDRA GARCÍA

 

El nuevo arzobispo de Acapulco, monseñor Leopoldo González González, anunció que trabajará de la mano con las víctimas de la violencia y llamó a los delincuentes a “dejar de hacer el mal”.

La tarde de ayer, la Comisión Diocesana de Pastoral para la Comunicación Social (Codipacs) de Acapulco difundió un video en el que González González envió un mensaje de esperanza a los creyentes católicos.

Además, el arzobispo de Acapulco hizo un llamado a los criminales “a recapacitar, a dejar de hacer el mal y a resarcir el daño hecho”.

Este llamado a la conversión, dijo, “es una palabra fuerte e insistente del señor Jesús a quienes recorren caminos de muerte, que han hecho surgir este ambiente de inseguridad y de miedo”.

Señaló que la transformación de los criminales en gente de bien es posible, porque “en el interior de cada persona se toma la decisión de actuar en la justicia, en el respeto y en la solidaridad”.

Asimismo, el nuevo arzobispo anunció el esquema de trabajo que aplicará en esta Provincia Eclesiástica, que abarca las Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Ciudad Altamirano, Tlapa y Acapulco.

Lo primero que hará, dijo, será caminar con la Arquidiócesis para “aprender su andar” y la realidad que se vive en el estado de Guerrero.

González González reconoció que nuestra entidad tiene “características muy propias (…) de opresión por la injusticia, la violencia, el miedo y la división”.

Por ello, insistió en que “no hay otra manera mejor” para conocer el andar pastoral de quienes integran la Arquidiócesis, que caminando con ellos.

Recordó que el Papa Francisco mostró los pasos para la Terapia de la Esperanza, que consiste en “caminar con, mirar, preguntar y escuchar”, tal como hizo Jesús con sus discípulos para fortalecerlos.

“Esto quisiera hacer al estar en medio de ustedes: caminar con, mirar, preguntar y escuchar, reconociendo a Jesús en todo aquel a quien encontramos en nuestro camino, especialmente en el que ha sido víctima de la violencia y se encuentra tirado a la orilla”, expresó monseñor González González.

Pidió a los feligreses que oren por él, pero también les envió un saludo de paz, el cual “no es sólo un buen deseo, sino el propósito de continuar en el esfuerzo de cercanía a quienes han sido víctimas de la violencia, para ayudarles a sanar”.

Monseñor González González será el cuarto arzobispo de Acapulco, en sustitución de Carlos Garfias Merlos.

Su llegada y bienvenida está programada para la mañana del lunes 28 de agosto, en el Santuario del Padre Jesús, en Petatlán.

Después a las 5 de la tarde habrá una recepción en la Parroquia del Perpetuo Socorro, en la colonia Zapata, de Acapulco.

El martes 29 de agosto se realizará una procesión de fe en la catedral de Acapulco, a las 10 de la mañana.