* “En Guerrero se difama, desaparece y asesina a quien no está de acuerdo con el sistema…”

 

Alondra García

 

El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, aseguró que en Guerrero se señala, ataca, difama, desaparece y asesina a quienes denuncian la corrupción y las violaciones a los derechos humanos.

La tarde de ayer, el prelado católico encabezó una misa en la catedral en memoria de Armando Chavarría Barrera, al cumplirse ayer ocho años del asesinato de quien fuera presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso de Guerrero.

Durante el sermón, el prelado católico llamó a los fieles a “rezar por la paz en Guerrero”.

Detalló que los obispos de Guerrero emprendieron la misión de “luchar por una paz con misericordia”. Esta labor, dijo, ha provocado que sean “muy señalados” por las autoridades.

“Cuando las personas se hacen del lado de la justicia, de los derechos humanos, a veces son muy señaladas. Cuando levantamos una voz distinta, una voz diversa, una voz que no se acomoda a ciertos políticos, entonces esas voces son acalladas por medio de la misma prensa o por medio de la privación de la vida, como sucedió con el licenciado Armando Chavarría Barrera”, expuso Rangel Mendoza.

Dijo que “en la cultura actual simplemente se elimina a la gente que va contra las ideas establecidas”.

Tal situación, señaló, “no es agradable para Dios y tampoco es conveniente en un Estado democrático”.

Incluso consideró que en México y en particular en Guerrero no existe un Estado democrático, porque “se elimina a muchas personas que no coinciden o no están de acuerdo con el sistema”.

Por ello, hizo un llamado a los guerrerenses a “luchar por el respeto a la vida, por la tolerancia hacia los demás, hacia quienes piensan distinto a nosotros o al sistema establecido”.

El obispo Salvador Rangel Mendoza también señaló la necesidad de “cultivar más el amor y respeto por la vida” porque en Guerrero, dijo, “la gente es bravía”.

“De que son peleoneros, son peleoneros. De que son vengativos, son vengativos. De que no se tienta el corazón para desaparecer a alguien, no se lo tientan”, lamentó.