* “Nos duele profundamente el sufrimiento que está viviendo nuestra Provincia a causa de violencia, que está afectando fuertemente a las familias, a las instituciones sociales y comunidades enteras, en su integridad física, en su economía y en su estabilidad”
Ana Lilia Torres
ACAPULCO.— Los obispos de las cuatro Diócesis del estado de Guerrero hicieron un llamado al arrepentimiento “con paternal firmeza a todos aquellos que están generando diversos tipos de violencia en nuestras comunidades”.
Con motivo de la celebración del XXII Encuentro Provincial de Acapulco, los obispos de las Diócesis de Acapulco, Ciudad Altamirano, Tlapa y Chilpancingo-Chilapa, analizaron el tema de la violencia.
“Nos duele profundamente el sufrimiento que está viviendo nuestra Provincia a causa de violencia, que está afectando fuertemente a las familias, a las instituciones sociales y comunidades enteras, en su integridad física, en su economía y en su estabilidad”, expresaron.
Los clérigos señalaron que también lastima el desprecio de la dignidad de las personas, de la convivencia respetuosa y del trabajo honesto.
Como representantes de la Iglesia Católica “nos acercamos a esta realidad con ojos y corazón de pastores que ven y sienten los sufrimientos de los pueblos, que están viviendo esta realidad dolorosa”.
“Queremos mantener nuestra mirada fija en quienes tienden sus manos, clamando ayuda y pidiendo nuestra solidaridad. Son nuestros hermanos y hermanas, creados y amados por el Padre celestial que necesitan consuelo y acompañamiento”, subrayaron.
Los obispos hicieron un llamado “con paternal firmeza a todos aquellos que están generando diversos tipos de violencia en nuestras comunidades, que no olviden que somos hermanos, y los exhortamos al arrepentimiento de sus acciones, acercándose a Jesucristo que renueva y redime a la persona, transformando el corazón de piedra en corazón de carne, que ama a pesar de los pecados”.
A los fieles católicos les recordaron que todos tienen necesidad de consuelo, porque ninguno es inmune al sufrimiento, al dolor y a la incomprensión.
En estos tiempos difíciles, señalaron que todos pueden contribuir en la vivencia del Año de la Paz con Misericordia con una palabra que da ánimo, un abrazo o una oración que permite ser más fuerte, porque son expresiones de la cercanía de Dios a través del consuelo ofrecido por los hermanos, haciendo de la misericordia un estilo de vida de cristiana.
“A todos los equipos de Comisiones y Dimensiones en sus diferentes niveles les animamos a poner su mejor esfuerzo para impulsar iniciativas y acciones, que permitan a todos volver a mirarse como hermanos, con la confianza mutua de ser gente de bien, con el compromiso de luchar hombro a hombro para mejorar los ambientes en los que vivimos, siendo artesanos de la paz”, finalizaron.