* “Si no me sacas esto en un comercial, te mato”, le dice Luis Miranda a un colaborador al referirse al testimonio de una beneficiaria del programa de comedores comunitarios

 

GILBERTO GUZMÁN

 

“Si no me sacas esto en un comercial, te mato, eh”, advirtió un eufórico Luis Enrique Miranda Nava, secretario de Desarrollo Social federal, a uno de sus asistentes cuando lo emocionó el testimonio de la voluntaria de un comedor comunitario de los mil 250 que hay en Guerrero y que atienden a un millón 800 mil personas en pobreza alimentaria.

Este martes, el funcionario federal estuvo en las instalaciones de la 35 Zona Militar de Chilpancingo, donde junto al gobernador Héctor Astudillo Flores, entregó diplomas y reconocimientos de capacitación ante contingencias ambientales bajo el Plan DN-III-E a voluntarias de los mil 250 comedores comunitarios que hay en la entidad, que benefician con alimentos sanos variados y suficientes a la población en pobreza alimentaria.

El mandatario estatal y el titular de Sedesol también entregaron 3.5 millones de pesos en proyectos productivos para detonar el desarrollo de zonas comunitarias del estado.

En el acto, Astudillo Flores destacó la importancia de la impartición de este curso, porque el territorio guerrerense es vulnerable a posibles riesgos por fenómenos naturales como sismos y lluvias.

“El Plan DN-III-E es un elemento fundamental de auxilio para los guerrerenses, sólo recordemos los sucesos duros y fuertes originados por ‘Ingrid’ y ‘Manuel’, Guerrero es de las zonas donde llegan las lluvias más fuertes y además es una zona sísmica”, dijo el gobernador.

Afirmó que es en estas circunstancias donde los tres niveles de gobierno deben mostrar su capacidad de operación y de organización.

“Guerrero tiene problemas, todos los días vamos enfrentando nuestra problemática con una gran determinación y ayuda de la federación, con la ayuda del presidente Enrique Peña”, reconoció.

Astudillo Flores recordó que los comedores nacieron a raíz de ‘Ingrid’ y ‘Manuel’, que su objetivo principal es combatir la pobreza alimentaria y son de enorme ayuda social, ya que este tipo de espacios están ubicados no sólo en Acapulco sino en zonas alejadas como la Montaña, Costa Chica o Costa Grande.

 

“Si no me sacas esto en un comercial, te mato…”

 

Por su parte, el titular de Sedesol, Luis Enrique Miranda, explicó que en Guerrero hay aproximadamente 3.5 millones de habitantes, para los cuales hay mil 250 comedores comunitarios, “atendemos a prácticamente un millón 800 mil personas en pobreza alimentaria”.

“Atendemos a 7 de cada 10 habitantes en cada uno de los programas que tenemos, y lo hacemos con más de 13 mil millones de pesos cada año para todos los habitantes de Guerrero, y especialmente para los de las zonas más complicadas”, agregó.

Destacó el agradecimiento a las fuerzas armadas, porque fueron quienes comenzaron la labor de los comedores comunitarios en el país, y su origen está en Guerrero. Actualmente, hay más de 5 mil 600 comedores comunitarios en todo el país.

Entonces, bajó del templete para caminar entre los asistentes, en su mayoría voluntarias y personal de dependencias como la Sedesol y Protección Civil.

Ema Camero Peláez explicó el proceso de trabajo en el comedor comunitario donde participa como voluntaria:

“Nosotros preparamos los alimentos para las personas que son los beneficiados de nuestro comedor. Empezamos desde las seis de la mañana y terminamos hasta las seis de la tarde, tenemos 120 beneficiados, el turno de desayuno es de 9 a 11 pero a veces se extiende hasta las 12, 1; seguimos desde que abrimos hasta las 5 que cerramos la comida y nos quedamos otra hora más a limpiar. Para nosotros es un orgullo ser voluntarios, vemos la satisfacción…”, y fue interrumpida por el secretario.

“¡Bravo!, ¿no?”, exclamó Miranda Nava.

“La satisfacción es nuestro pago. Para mí, es ver la sonrisa de un niño cuando acaba de comer o cuando un alimento le encanta, se pone feliz. O a los ancianitos que algunos están ya solitos y el comedor es como su casa… o jóvenes que se vienen a estudiar y están solos aquí, a veces se quedan sin recursos. El comedor es una segunda casa para todos, y yo orgullosamente guerrerense, me encanta y con los nuevos productos que me han traído, estoy feliz, inventando platillos y dándole el toque guerrerense”, continuó la señora Ema Camero.

“Si no me sacas esto en un comercial, te mato, eh”, dijo entonces el titular de Sedesol a uno de sus asistentes que lo grababa, mientras los asistentes, algunos comenzaron a reír y otros reaccionaron sorprendidos.

Al darse cuenta de las reacciones provocadas, Luis Enrique Miranda trató de corregir su desliz verbal: “Si no me sacas esto en un comercial, ni un artista me lo hace tan bien, eh”.

El funcionario federal agradeció a las mujeres voluntarias “porque sin tener obligación, cocinan para su comunidad, y lo hacen con todo amor y con todas ganas, como si cocinaran para su propia familia”.

También hizo énfasis ante las mujeres presentes en que no deben permitir ser violentadas por un hombre, ya sea física, verbal o sicológicamente, ni permitir que sus hijos sean violentos con otras mujeres.

Durante el evento, el gobernador Héctor Astudillo y el titular de Sedesol federal, Miranda Nava, firmaron como testigos de honor un convenio del programa de “seguro de vida a jefas de familia” entre las delegaciones de la Secretaría Desarrollo Social (Sedesol) y Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) en Guerrero, con el cual se beneficiarán miles de mujeres de origen indígena.