* El mandatario estatal reconoció que si su administración no contara con respaldo del gobierno federal, “yo ya no sería gobernador”

 

* “Hay quienes se alegrarían de someternos a una crisis permanente de ingobernabilidad”, admitió

 

Fernando Hernández

 

Después de asegurar que el gobierno federal controla el 90 por ciento de las acciones en materia de seguridad en la entidad, debido al despliegue de los elementos del Ejército mexicano, la Marina y la Policía Federal en territorio guerrerense, el gobernador Héctor Astudillo Flores reconoció que si no contara con ese respaldo “yo ya no sería gobernador”, y “creo que nadie que hubiera estado en mi lugar, hubiera podido resistir los embates que se han enfrentado”.

En declaraciones que hizo al periodista Ciro Gómez Leyva, en su espacio en Radio Fórmula, el mandatario estatal dijo que hay quienes “reclaman que el gobierno federal se haga cargo de la seguridad de Guerrero”, cuando éste “tiene diríamos una presencia de un 90 por ciento a través de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Secretaría de Marina y de la Policía Federal, por la cantidad de elementos que están en Guerrero”.

Astudillo Flores respondió de esa manera a lo dicho por la dirigente nacional del PRD, Alejandra Barrales Magdaleno, quien al condenar el asesinato del secretario general del PRD en Guerrero, Demetrio Saldívar, pidió a la federación que asuma el control total de la seguridad en Guerrero.

Al respecto, el gobernador puntualizó que la “complejidad” que ha alcanzado la escalada de violencia que se vive en la entidad, “no llegó cuando yo llegue a ser gobernador, es un tema que viene arrastrándose y que tiene que enfrentarse con una gran determinación que es lo que hemos tratado de hacer”.

Ejemplificó que Guerrero cuenta con unos 3 mil elementos que conforman la Policía Estatal, mientras que el Ejército tiene desplegados unos 10 mil elementos en las siete regiones del estado, “más la Marina, más la Policía Federal, fundamentalmente, que tiene una presencia superior al porcentaje de policías que tenemos”.

Astudillo Flores reconoció entonces que si el gobierno federal hubiera dejado a su suerte a Guerrero, “yo ya no sería gobernador”, y “yo creo que nadie que hubiera estado en mi lugar hubiera podido resistir los embates que se han enfrentado, y especialmente de la delincuencia organizada que no llegó” hace año y medio.

Consideró que “el estado de Guerrero nunca ha sido sencillo” de gobernar, sobre todo por la “complejidad” que representa “el tema de violencia; yo creo que a cada uno de los temas hay que darles la cara, hay que enfrentarlos, es un tema que surgió con el asesinato del secretario general del PRD y hay que atenderlo hay que investigarlo”.

Cuestionado sobre si el asesinato de Saldívar Gómez no pudiese entenderse como un ataque orientado a desestabilizar su administración, Astudillo Flores descartó que “tenga que ver con un asunto político… no quisiera meterme en ese tema y aunque lo he pensado, no quisiera ponerlo como lo principal, (aunque) sería lo más sencillo prefiero que la Fiscalía haga las investigaciones”.

Advirtió que “estoy convencido de que hay quienes se alegrarían de someternos a una crisis permanente de ingobernabilidad, entonces yo creo que es un asunto que tendrá que esperar hasta que tenga los elementos”, precisó.

Y añadió: “sin descartar que hay un sentimiento de incomodidad de que el PRI haya recuperado el gobierno y por eso las reacciones que son entendibles, pero están más en el ánimo de la descalificación de que se conozca” la verdad en torno al asesinato del dirigente perredista.

El gobernador enfatizó en que “todos los días se hacen muchas cosas para enfrentar todos los problemas que en las regiones de presentan de inseguridad, secuestros; a ninguno le he dado la espalda, por el contrario hemos tratado de estar en todos”, insistió.