* Nicolás Diego considera que una efectiva movilización de elementos de la Policía Estatal fue la razón por la cual lo dejaron en libertad 48 horas después de haber sido plagiado

 

Fernando Hernández

 

El alcalde priista de Alcozauca, Nicolás Diego Herrera, aseguró que su liberación tras permanecer secuestrado durante alrededor de 48 horas, se debió a que sus captores se vieron presionados por una efectiva movilización de elementos de la Policía Estatal y porque se quedaron sin alimentos, y no porque su familia hubiera pagado alguna suma de dinero, como se especuló.

En conferencia de prensa en las instalaciones del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), el primer edil indicó que los atacantes sólo le quitaron 14 mil pesos que traía en efectivo y le permitieron irse en su propia camioneta, en la que fue trasladado a un sitio en el que lo mantuvieron cautivo.

Diego Herrera aseguró también que su familia estuvo en contacto directo con el gobernador Héctor Astudillo Flores y con secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame, quienes desde un primer momento les brindaron el apoyo necesario.

Aunque a pregunta expresa descartó que su liberación haya obedecido a una mediación entre autoridades y los secuestradores, el alcalde precisó que fue liberado el domingo alrededor de las 6:00 horas en un crucero que conduce a la comunidad de Temalacatzingo, perteneciente a Olinalá.

Recordó que en el trayecto de Tepecoacuilco a Olinalá, al pasar la comunidad de Paso Morelos y poco antes de llegar al balneario de Papalutla, perteneciente a Copalillo, “salieron dos sujetos vestidos de negro con pasamontañas de una curva y salieron disparando por lo que detuve el vehículo en el que viajaba”.

El alcalde dijo que después de que detuvieron la marcha de su camioneta, bajaron del vehículo él, su esposa y sus tres hijos, y entonces los hombres armados lo subieron él de nuevo a su vehículo y ahí dejaron a su familia.

Señaló que les dijo a los hombres armados que sí querían la camioneta se la podían llevar, pero uno de ellos le dijo que les “interesaba platicar conmigo”.

“Más adelantito me dijeron: ‘lo que queremos es lana, ¿Cuánto traes?’ traigo lo que traigo para los gastos”, señaló.

Diego Herrera narró que subió a su camioneta y la manejó mientras era vigilado por los hombres armados. Tres minutos después, sobre la misma carretera y por órdenes de los atacantes, se desvió por una brecha, donde le pidieron que se detuviera.

Dijo que entonces sus captores le cubrieron el rostro con una sudadera y los amarraron las manos con una agujeta, “y ya no pude darme cuenta hacia dónde me condujeron”.

Añadió que “posteriormente me decían que había ya movimiento de los policías, antes ellos me decían que a que me dedicaba, y yo le dije que era transportista, jamás les dije que era presidente y ellos se dieron cuenta de que era presidente porque en mi cartera tengo una credencial que me acredita como tal”.

Detalló que los captores le cuestionaron por qué no les había dicho nada de su cargo y le dijeron que “las cosas ya se habían complicado”, por lo que “pedí contactarme con mi familia”.

“Finalmente hasta las 6 de la tarde me pude comunicar con mi esposa y me dijo que después de moverse a un lugar con señal, había llegado la Policía del Estado, y les comentaron que pasó y después de eso comenzó el movimiento de las patrullas”, señaló.

Diego Herrera recordó que en un primer momento sólo observó que estaba retenido por dos captores, pero en el lugar al que lo llevaron  para mantenerlo cautivo oía más voces.

Señaló que escuchó que uno de sus captores necesitaba dinero para pagar los gastos del cabo de año de su abuela adoptiva, además que descartó que él hubiera sido el objetivo de los sujetos que lo secuestraron. “Quiero pensar que en ese ratito querían dinero, pasé en el momento equivocado y no sabían de quién se trataba. Escuché que sólo estaban esperando al que pasara”, señaló.