ALEJANDRO MENDOZA
La crisis que atraviesa el PRD a nivel nacional, debe mantener atenta a la base militante que todavía tiene confianza en este instituto político por la razón que sea.
Aunque por el momento es el conflicto por la coordinación del PRD en el Senado lo que agudiza la situación política, lo cierto es que de fondo hay problemas serios que ponen realmente en una percepción de peligro de extinción a ese partido político.
No es un asunto menor, no lo es, y tampoco sería sano tratar de minimizarlo. Sin embargo, el destino del PRD dependerá en gran medida de las prontas decisiones que tomen los dirigentes de los grupos al interior del Sol Azteca en las próximas semanas.
Es por demás evidente que ha venido decreciendo en las preferencias electorales en el país, resultado de las pugnas internas por las cuotas de poder, su alejamiento de la sociedad, su cercanía con el PRI y el PAN, en resumen, su pragmatismo político en beneficio de unos cuantos y en perjuicio del país.
El evidente naufragio ideológico de quienes dirigen al partido a nivel nacional, principalmente la corriente Los Chuchos, dieron un certero golpe al futuro promisorio que tenía este partido político en las grandes transformaciones del país.
Y aunque se hace suponer que Andrés Manuel López Obrador ha sido en gran medida el responsable del rápido deterioro del PRD en los últimos años, lo cierto es que en gran medida se debe a la forma en cómo se ha dirigido al partido, privilegiando cuotas de poder y beneficios personales y de grupo.
La salida de AMLO y de Cuauhtémoc Cárdenas, mermaron de por sí la ya deteriorada imagen y la falta de credibilidad del PRD, y lo alejaron de los postulados de izquierda en la percepción ciudadana. Además no se corrigieron las conductas ni las visiones al interior y se continuó en la misma ruta.
El PRD ha venido protagonizando una serie de episodios que en lugar de caminar por la ruta de la recomposición y la recuperación de la credibilidad, se decidió mantenerse en la misma inercia. En realidad pareciera que las siglas ya no importan, sino aprovechar y rescatar lo que se pueda.
Muchos analistas y especialistas en la materia concluyen que el factor más preponderante de la crisis del PRD, no es provocado por MORENA, ni AMLO, hacia donde se están yendo líderes y militantes perredistas, sino por la constante conducta de los mismos dirigentes del PRD en su afanoso y desesperado esfuerzo por usufructuar lo que todavía permita el partido.
En realidad ya no se trata de cuestiones ideológicas ni de decisiones en beneficio del país, sino de la mera acción de conservar cuotas de poder y canonjías.
El último episodio así lo evidencia. La lideresa nacional Alejandra Barrales llevó al PRD al punto de la ignominia. Regresar al Senado de la República sólo para llevar a cabo una estrategia política contra Miguel Barbosa, para conservar ese poderoso espacio de negociación política, sin tener la menor consideración de la violación que se cometería a la legalidad.
Este fin de semana el bloque de corrientes perredistas Militantes de Izquierda impugnó la imposición de Dolores Padierna como jefa de la bancada en el Senado y exigió la renuncia de Alejandra Barrales a la presidencia del PRD, por violar el estatuto interno que le impide ser lideresa y senadora de forma simultánea.
El integrante del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) perredista Rey Morales interpuso la impugnación ante órganos jurisdiccionales del PRD por la violación flagrante de los estatutos del partidos por parte de Barrales y un proceso ilegal de la elección de Padierna en la Coordinación del partido en la Cámara Alta.
En tanto que Carlos Sotelo, integrante de la dirigencia nacional perredista, ante Comisión Jurisdiccional impugnaría este hecho y pidió la renuncia de Barrales por violar el artículo 111 de los estatutos internos al ocupar dos cargos a la vez.
Para ahondar en la disputa, el grupo parlamentario perredista continúa dividido y dos frentes pelean por la coordinación, uno encabezado por Dolores Padierna Luna, con el aval de la dirigencia nacional del PRD, y el otro por Raúl Morón Orozco, cobijado por el senador Miguel Barbosa.
Padierna anunció que los senadores Miguel Barbosa y Raúl Morón renunciarán este lunes a las filas del sol azteca; sin embargo, ambos legisladores desmintieron esa declaración y advirtieron que no se van del partido. Además, Morón declaró que se mantendrá como coordinador de la bancada y no entregará las oficinas en la Cámara Alta.
En palabras de Carlos Sotelo el PRD da un paso más a la vía de la descomposición y de su desmantelamiento. Y eso hay que cargarlo a la cuenta de Barrales.
Y mientras Cárdenas aboga por la unidad de la izquierda y AMLO afirma que no habrá alianza con “la burocracia del PRD porque se echó a perder”, al Sol Azteca se le agota su tiempo de cara al 2018 para tomar la decisión de ir o no con AMLO a la elección presidencial; o decide ir con el PAN; o vivir a nivel nacional, lo que está viviendo en el Estado de México. Cualquiera de los escenarios lo deja ya mermado, pero el daño sería menos sí decide la ruta con AMLO. Espero que pronto se tome la mejor decisión.
Los errores fueron míos, los aciertos de Dios, sonría, sonría y sea feliz
almepa10@yahoo.com.mx