* El comandante de la 35 Zona Militar, José Terán, dijo que los ataques que dejaron recientemente decenas de muertos en esa ciudad, entre ellos una mujer embarazada, son entre ‘Los Rojos’, ‘Los Ardillos’ y ahora un tercer grupo delictivo no identificado
REDACCIÓN
A pesar de que recientemente un adolescente de 14 años fue levantado en Chilapa y apareció torturado en Chilpancingo, y días después falleció en el hospital, y de que una mujer embarazada murió al ser baleada por desconocidos cuando era llevada al hospital en la madrugada del domingo, el comandante de la 35 Zona Militar, José Terán Valle aseguró que la delincuencia no se ha metido directamente contra la población de esa ciudad.
En declaraciones que hizo a la agencia API en esa ciudad, el alto mando militar dijo que la violencia en Chilapa, que la semana pasada cobró la vida de al menos 19 personas, es resultado de una confrontación entre ‘Los Rojos’, ‘Los Ardillos’ y ahora un tercer grupo delictivo no identificado, como lo informó el lunes pasado el vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia.
Sin embargo, aseguró que en esa confrontación, los ataques son perpetrados en contra de asociaciones de transportistas ligados a la extorsión, pero no se han metido directamente con la población de Chilapa.
Consideró que se trata de “un conflicto entre delincuentes, sobre ciertos organismos y sobre ciertas personas, y a pesar de que no está tranquilo, la gente sigue viniendo”.
Relató que precisamente el Ejército ingresó para neutralizar a estos grupos y perseguir el delito en coordinación con la Policía Estatal y Municipal.
Terán Valle aseguró que para frenar a los grupos criminales es necesario que la población haga sus denuncias correspondientes, para detenerlos y se les inicien sus juicios correspondientes, pero lamentó que hay poca denuncia en el municipio, en donde desde hace varios años hay decenas de personas desaparecidas.
Explicó que una de las razones de la presencia de dichos grupos criminales en esa zona, es la producción de amapola, en la Montaña baja y alta de Guerrero, donde este año se han destruido alrededor de tres mil hectáreas de plantíos, y otros tres mil en la zona de Filo de Caballos.
Adelantó que la presencia del Ejército no tiene un periodo definido en Chilapa, pero permanecerán hasta que la situación esté normalizada. “La gente está contenta por el momento”, presumió.
El general informó que desde su llegada a esta cabecera, los 500 elementos se han desplegado en los alrededores de la ciudad, donde grupos de la delincuencia organizada han acentuado la violencia.
“Ahorita estamos trabajando en las colonias, para buscar a la gente que entra a pie o en motos, gente conocida de la misma población, conviven con ellos y cuando surgen las disputas, se genera la violencia”, argumentó.