* El administrador de la Diócesis Acapulco, Rafael Valencia, consideró que las autoridades deben encontrar “la mejor forma de responder a esta realidad tan desafiante”

 

Ana Lilia Torres

 

ACAPULCO.— El administrador de la Diócesis de Acapulco, Rafael Valencia González manifestó que “son reprobables e indignantes” los actos de violencia que siguen presentándose en el estado de Guerrero.

Señaló que los actos criminales que atentan contra la vida y dignidad de las personas, no solamente los sufren quienes son directamente agraviados, sino toda la sociedad guerrerense.

En conferencia de prensa dominical, el clérigo pidió a las autoridades responsables que busquen estrategias a través de las cuales den respuesta “a este problema tan sentido de la violencia”.

“Que puedan encontrar la mejor forma de responder a esta realidad tan desafiante, que es también su responsabilidad el ofrecer la seguridad a los ciudadanos”, enfatizó Valencia González.

“Como iglesia, nuestra misión es predicar el evangelio y llamar a las personas a construir la paz, frente a estas circunstancias adversas que nos toca vivir”, resaltó.

Aseguró que la Iglesia Católica seguirá haciendo el llamado a reconstruir un ambiente de paz y de tranquilidad, en medio del problema desafiante que representa la violencia en Guerrero.

Sobre el nombramiento del nuevo arzobispo de Acapulco, cargo que dejó vacante el mes pasado monseñor Garfias Merlos, Valencia González dijo que hasta el momento El Vaticano no ha dado ninguna fecha, por lo que él seguirá el tiempo que sea necesario al frente de la Diócesis de Acapulco.

Por otro lado, recordó que este primero de marzo inicia la Cuaresma, que representa los 40 días de preparación para la gran fiesta de la Pascua, en la que se conmemora la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

Ante el panorama que se vive en Guerrero y Acapulco, consideró que “es necesario abrirnos al perdón y la reconciliación, tal como él (Jesucristo) lo hizo por los demás”.