¿Muy constitucionalistas deveras?

 

Por Felipe Victoria Zepeda

 

Así como en los velorios de personajes importantes, cuando la mayoría de quienes acuden a las funerarias para ver quienes  fueron y que vean que fueron, el bello y colonial Querétaro registró una buena afluencia inusitada de visitantes que no llegaron allá en calidad de turistas, sino a la conmemoración del centenario de la promulgación de la agonizante Constitución de 1917.

La toma de selfies a la orden…cuan terapéutico resulta para muchos el retratarse por ejemplo con un Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano del brazo y sonrientes, como si eso les abriera cancha para conseguir chamba buena, de esas de “donde haya” aunque no paguen mucho…

Sí, se notó la presencia de muchos perredistas en desmoronamiento que toman baños de sol para irse amorenando porque ese partido multifragmentado está en las últimas, ahí los ‘Chuchos’ igual se comieron cruda y hasta con plumas la gallinita de los huevos de oro vendiendo candidaturas y curules plurinominales ahora súper devaluadas.

Los tricolores no pierden la disciplina de endiosar a cualquiera que les pongan de jerarca efímero como el ex kilowatito Enrique Ochoa y, hablando de Enriques, al que afanosamente buscaban para la foto era a Luis Enrique Miranda Nava, cuyos bonos como candidateable crecen mientras los de otros se ven decaídos…

Lo que sí en cortito, algunos daban lo que fuera por conocer la lista de “Bad Hombres” de varios estados  a quienes se refirió el magnate del norte que amenazó a Peña Nieto con mandar a sus marines por ellos. Divertido Querétaro pero más Juriquilla, refugio de familias de poderosos…

Como sea, el México todavía libre e independiente, celebró el Centenario de la promulgación en Querétaro de la tercera Constitución formal que la República ha tenido, pues lo de Chilpancingo y Apatzingán en 1813 y 1814 fueron excelentes sentimientos expresados por la insurgencia.

La real primer Constitución fue jurada el 10 de octubre de 1824 por el primer presidente don Guadalupe Victoria; la segunda el 5 de febrero de 1857 con el presidente Ignacio Comonfort y la actual con Venustiano Carranza, el 5 de febrero de 1917.

Indudablemente el ímpetu reformador, transformador y deformador del atribulado Enrique Peña Nieto atrapado en su laberinto, intentará promulgar de plano otra nueva Constitución, para de paso modificar el plan sexenal a decenal, en que se autorice la reelección presidencial no inmediata y tal vez, por las difíciles condiciones actuales, una extensión de su mandato por cuatro añitos más, para seguir con su hasta ahorita guerra de lenguazos y salivazos con el temible míster Donald Trump, el “hijo de…Dios” que no oculta sus ganas de invadir México con cualquier pretexto…como entrar a buscar BAD HOMBRES…

No lleva un mes en la White House de Washington el desmesurado enloquecido con el poder y ya puso a temblar al mundo entero, lo malo para nosotros es que como bien lo dijo Porfirio Díaz Mori “Pobre de México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”.

Pero igual dijo aquel presidente por 34 años en que hubo orden, paz y progreso pero enorme desigualdad social: “Nunca se puede estar tan bien que no se pueda estar mejor, ni tan mal que no se pueda estar peor”.

Hoy más que nunca urge que los mexicanos cerremos filas, uniéndonos sobre nuestros valores culturales e históricos aletargados y olvidados, los partidos políticos ya es hora que dejen de mamar y dar de topes.

Nos mal acostumbramos a endiosar y alabar a los presidentes en turno y a satanizarlos cuando dejan el poder echando pestes de ellos, acusándolos de todo lo imaginable; nos decimos robados y ninguneados pero nunca hemos pasado de ahí, cuando más a dejarlos irse exiliados como Porfirio Díaz en 1911 respetando su vida y patrimonio.

Si estamos como estamos es porque somos como somos, acostumbrados a que nos mientan y engañen a cambio de mendrugos, sin exigir deveras que los mandatarios respeten y acaten nuestra Constitución Política.

Prolíficos en tantas leyes de todo y para todo, merodeamos cual moscas sobre lo que se transforma en letra muerta y se corrompe porque nunca se aplican ni cumplen.

Carentes de cultura histórica andamos apanicados como dijera Vicente Fox, temiendo que Donald Trump nos destruya o paralice la economía mexicana por lo menos.

Se nos olvida aquel abogado oaxaqueño indígena que resistió al segundo imperio que traidores impusieron con un europeo austriaco y restableció la república venciendo al ejército invasor; pareciera que nuestra actual aristocracia de la burocracia no tiene idea de la vida y obra de Benito Pablo Juárez García, aquel que pregonó con el ejemplo la honrosa medianía del servidor público que a los voraces deshonestos de ahora les causa alergia y se les indigesta, pues viven con lujos similares a los privilegiados del porfiriato que motivó una revolución.

El no tan demente Donald Trump fanfarroneó su intención de mandar tropas para capturar “BAD HOMBRES” aquí, pero así clasifica no sólo a los malosos comunes sino a los políticos que consienten y apadrinan a las mafias; ese es el peligro real que los puso a temblar porque se acerca un estallido social en que las fuerzas armadas tendrán que escoger entre el pueblo o alguien que no fue capaz de gobernar con firmeza, honestidad y patriotismo.