* Choferes de decenas de camionetas de “la basura jefa” estuvieron a punto de convertir el zócalo en inmenso tiradero porque no les permitieron depositar los desechos del día en El Platanal ni en Mazatlán

 

* El alcalde Marco Leyva pide comprensión y unidad a los chilpancinguenses, y asegura que “ya estamos a punto” resolver el destino final de los desechos sólidos y pidió “solamente unas horas” hacerlos

 

REDACCIÓN

 

Choferes de al menos 100 camionetas recolectoras conocidas como las de “la basura jefa” se manifestaron ayer en el zócalo de Chilpancingo, frente al palacio municipal, y amagaron con depositar ahí los desechos sólidos recogidos durante sus recorridos del día, después que habitantes de El Platanal no les permitieron dejar la basura en el tiradero de ese lugar, ubicado en Eduardo Neri.

La tensa situación obligó a que el propio alcalde Marco Antonio Leyva Mena interviniera para atender “esta crisis” y que en una reunión realizada anoche en su despacho de palacio municipal acordara una solución momentánea al problema: que los desechos sólidos fueran llevados a la bodega que tiene el Ayuntamiento cerca de la aeropista, al norte de la ciudad.

El problema comenzó ayer por la tarde, cuando decenas de camionetas de “la basura jefa” no pudieron descargar los desechos sólidos en el basurero de El Platanal, a pesar de que el fin de semana pasado el gobernador Héctor Astudillo firmó un convenio con Leyva Mena y Pablo Higuera, alcaldes de Chilpancingo y Eduardo Neri, respectivamente, que permitiría que a partir de este lunes la basura de la capital fuera llevada en ese lugar.

José Trinidad Bello Galindres, exdirigente de la organización Bloque Sur, informó que luego de que les impidieron el paso al basurero municipal de Zumpango, decidieron llevar a cabo una concentración en el zócalo de la capital para lograr una respuesta por parte de las autoridades municipales.

“Los regresaron, no los dejaron tirar la basura” en el basurero de El Platanal, porque “los pobladores se oponen a que de Chilpancingo se lleve la basura a Zumpango; la molestia de los recolectores de la basura es que ellos habían prometido al presidente municipal que iban a ser su tiradero allá”, explicó.

Señaló que el gobierno municipal de Chilpancingo le informó que ya no podían depositar la basura en el tiradero provisional, frente a la pista de aterrizaje en Chilpancingo, debido a la inconformidad de los pobladores de las colonias del norte de la capital.

“A los recolectores se les informó que ya se tenía una autorización del presidente municipal de Zumpango (Pablo Higuera Fuentes) para depositar la basura allá, pero la realidad es que no es así, porque hoy (ayer) no les permitieron el paso”, dijo Bello Galindres.

Otra inconformidad es que los agentes de la Policía Federal los multarán por transportar desechos sobre un tramo de una vía federal, “por el exceso de basura y porque no está permitido”, además que les cobran mil 700 pesos “para pasarles revista” por vehículo, por parte de los permisionarios de las camionetas conocidas como “la basura jefa”.

Ante el amago de que llenarían la plancha de concreto del zócalo con la basura que llevaban en sus camionetas, el alcalde Leyva Mena envió a dos funcionarios para tratar de negociar con los manifestantes y persuadirlos para que no cumpliera su amenaza.

Los funcionarios ofrecieron una mesa de negociación en la que participarían el alcalde Marco Antonio Leyva Mena y 10 representantes de los trabajadores de la basura.

Sin embargo, los pepenadores y choferes de la basura jefa rechazaron la oferta durante casi una hora, con el argumento de que el alcalde tenía que recibirlos “a todos o a ninguno”.

Incluso surgieron conflictos internos entre los manifestantes, quienes comenzaron a pelear entre ellos lanzándose acusaciones de índole económica.

Aproximadamente a las nueve de la noche, los recolectores de basura aceptaron la mesa de negociación propuesta por el alcalde, por lo que una comisión de 10 integrantes ingresó al palacio municipal.

La reunión con el alcalde Marco Antonio Leyva Mena comenzó a las 9:15 y tuvo una duración de media hora.

Los choferes de “la basura jefa” denunciaron ante el edil que fueron “agredidos verbalmente por los (policías) comunitarios” cuando trataron de descargar la basura en Mazatlán.

También le informaron que los vecinos de las colonias aledañas al predio de servicios públicos, ubicado al norte de la ciudad, los amenazaron para impedir que descarguen la basura ahí.

“No queremos ser los causantes de que en esta colonia se venga un foco de infección o se venga una problemática mayor, o que los vecinos se organicen y nos quieran agredir y nosotros al sentirnos agredidos vayamos a repeler esa agresión. Pasaron varias personas amedrentándonos y amenazándonos verbalmente, que si no nos movíamos de ese lugar nos iban a tirar de balazos. Si fue verdad o no, no nos quedamos a averiguarlo”, expuso uno de los choferes.

Señalaron que desde el viernes han recolectado la basura que se genera en la ciudad y que se vieron en la necesidad de poner las camionetas en la plancha del zócalo porque no sabían en dónde más depositarla.

Luego de escucharlos, Leyva Mena les pidió que llevaran la basura al predio de Servicios Públicos ubicado cerca de la aeropista, acompañados por una “comisión negociadora” integrada por funcionarios del ayuntamiento e incluso el secretario de Seguridad Pública.

“Por si algunos vecinos de esa colonia quieran agredirlos, estará una comisión negociadora. También los va a acompañar el secretario de Seguridad Pública junto con varias patrullas, para que ustedes puedan ir a tirar la basura sin ningún problema”, se comprometió el alcalde.

Además, aclaró que el predio no se convertiría en un foco de contaminación porque la basura se recogerá inmediatamente y se llevará al basurero de Buena Vista a partir de hoy al medio día.

“Esto es ya cuestión de horas o de días, casi inmediato. Les pido de favor, va a haber una comisión negociadora ahí, toda la noche de ser necesario y va a estar el cuerpo de policías para que ustedes no puedan ser agredidos, pero sí es importante que nosotros en este momento de emergencia actuemos de manera responsable”, expuso Leyva Mena.

Asimismo, hizo un llamado a la ciudadanía: “Que nos ayuden y que en este momento nos unifiquemos todos en torno a resolver los problemas de la basura. Ya estamos a punto de hacerlo, les pido solamente unas horas para poder resolverlo”.

El acalde también se comprometió a ayudar a los pepenadores y choferes de “la basura jefa” con despensas y vales de gasolina de manera temporal, mientras se normaliza el destino final de los desechos sólidos que generan en Chilpancingo.

 

Sin embargo, cerca de la media noche, los recolectores de basura regresaron al zócalo de la ciudad luego de que vecinos de las oficinas de Imagen Urbana les impidieran que tiraran sus desechos en dicho lugar. Al cierre de esta edición, los pepenadores se preparaban para acampar en la explanada.