Redacción
El presidente municipal de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, se negó a opinar sobre las declaraciones hechas esta semana por el alcalde del vecino municipio de Eduardo Neri, Pablo Higuera Fuentes, quien contradijo públicamente al munícipe capitalino al asegurar que no existe ningún avance sobre la supuesta apertura de un basurero intermunicipal.
“Yo prefiero guardar silencio en este tema; creo que quien debe dar la noticia en el asunto del basurero lo va dar en su momento. Prefiero guardar un discreto y respetuoso silencio”, dijo.
El llamado “relleno sanitario” donde actualmente se deposita la basura que se recolecta en la ciudad (al norte de la ciudad, a un costado de la Autopista del Sol), está sobresaturado desde hace un par de años y se ha ordenado su clausura porque es un peligroso foco de contaminación y un grave problema de salud pública, pero a pesar de eso el gobierno municipal lo sigue utilizando como vertedero.
Desde hace más de un año se invirtió una millonaria suma de dinero público –no se ha precisado bien a bien cuánto— en la construcción de otro “relleno sanitario” en terrenos de otro municipio vecino, Tixtla, pero diferencias políticas entre Marco Leyva y el alcalde tixtleco Hossein Nabor Guillén, y la oposición de campesinos dueños del terreno donde se hicieron las obras de ese basurero, tienen “atorada” su apertura, y el presidente municipal de Chilpancingo optó por negociar la construcción del albañal en Eduardo Neri, sólo que su homólogo Pablo Higuera lo desmiente.