Que ni qué alegar

 

Felipe Victoria

 

Excelente que el gremio periodístico oficialmente reconocido en Guerrero departa con nuestro gobernador Héctor Astudillo Flores, aunque sea con los que sí enlistan los encargados de ese “control”.

Aquí todos necesitamos ponernos las pilas y darle prioridad a tantas cosas positivas que hay, reconociendo aciertos, no estar enchinchando la borrega con algunas fallas y organizar borlotes acosando funcionarios por angas o mangas, como algunos grupos muy identificados, que poco ejercen el verdadero periodismo en medidos formales.

Pero en fin, nunca me pierdo el Excélsior como lo hacía Don Manuel Añorve López y les comparto fragmentos de la columna RAZONES del certero y apreciado JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ, con las comillas de rigor:

“¿Qué vamos a hacer ahora?”

“Se debe bajar la carga fiscal a la gasolina aunque sufran con eso algunos gobernadores”.

“La pregunta correcta no es la que hizo el presidente Peña el viernes, ¿qué hubieran hecho ustedes? La pregunta es ¿qué vamos a hacer ahora?, después de centenares de tiendas saqueadas, con marchas en 25 estados, con mil 500 detenidos, daños por millones de pesos y una ciudadanía que está francamente enojada, aunque los saqueos hayan sido acciones manipuladas y orquestadas”.

“La verdad es que antes se podrían haber hecho muchas cosas: explicar con claridad lo que se iba a hacer; eliminar el subsidio de forma gradual; no responsabilizar de lo sucedido a gobiernos del pasado cuando la actual administración está en su quinto año (si había conciencia de la necesidad de retirar el subsidio; ¿por qué no se comenzó cuando hubo posibilidades de manejarlo sin altos costos?, ¿se podría haber ido reduciendo el subsidio desde el inicio del gobierno si, desde entonces, se sabía que era injusto mantenerlo?)”

“Se podrían haber recortado gastos a nivel federal, estatal y municipal que quizás no fueran decisivos en términos presupuestales, pero que suelen ser los que más molestan: como los bonos extras, carros, computadoras portátiles, celulares nuevos y renovables cada año para los legisladores”.

“Se podrían reducir los miles de millones que se entregan a los partidos a cambio de nada: no tiene sentido que nuestro sistema electoral sea tan caro y todo a costa de la sociedad. Muchas otras cosas se podrían haber hecho, pero no se hicieron porque no se previeron o porque hay áreas, como los recursos de los partidos, las elecciones, los congresos o los presupuestos estatales que simplemente no se tocan, pase lo que pase”.

“Pero todos olvidan que este aumento de la gasolina, en estos porcentajes, lo votaron todos los partidos en el Congreso. Todos le dieron el visto bueno y ninguno protestó cuando se presentó el presupuesto que ellos mismos aprobaron: ¿por qué?, porque se necesitaban mayores recursos, entre otras cosas, para cubrir sus gastos, sus propias partidas presupuestales”.

“No son los partidos, ninguno en realidad, los que están impulsando los saqueos, pero sí organizaciones sociales ligadas a ellos: desde la Asamblea de Barrios hasta sectores del magisterio disidente. Desde los llamados anarquistas hasta mafias del transporte. Hay, también, una altísima participación de delincuencia organizada y común: muchos de los mil 500 detenidos tienen antecedentes y aprehensiones previas por delitos comunes”.

“Eso es lo que se tiene que desactivar y, por eso mismo, no sólo deben haber explicaciones que llegan tarde, sino también acuerdos con quienes votaron la medida, o sea, los partidos en el Congreso, y llegar a acuerdos que permitan ir reduciendo el subsidio a la gasolina en forma gradual, a lo largo del año y efectuando recortes en los gastos realmente superfluos, comenzando, insisto en el propio presupuesto partidario y cambiando un esquema electoral que es ineficiente, caro y que no se ajusta a la realidad”.

“Los partidos deben autofinanciarse, salvo quizás una cuota mínima de recursos públicos, deben pagar su burocracia, sus gastos y su publicidad. También, se debe bajar la carga fiscal a la gasolina (que es altísima y calculada a través de fórmulas que nadie comprende) aunque sufran con eso algunos gobernadores. No se reducen esas contribuciones porque del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, que es el que regula la carga fiscal a la gasolina, proviene la parte del león del presupuesto que reciben los estados. Ningún gobernador, de ningún partido, quiere que esas partidas se reduzcan”.

“Claro que todo esto no compensará los costos de la desaparición del subsidio, pero será un señal de que, por lo menos, los responsables de este desaguisado social a nivel federal, ejecutivo, legislativo, estatal, municipal y de las dirigencias partidarias, comienzan a comprender cuál es el problema de fondo: el gasto excesivo, la corrupción, un sistema político y electoral caro e ineficiente, con partidos ricos y sociedades pobres”.

“Claro que existen coyunturas internacionales de las que no podemos abstraernos, pero sin sensibilidad política y social, y sin señales claras hacia la gente, el daño que provocan esas coyunturas crece en forma geométrica”. CIERRO LAS COMILLAS.

¿Quién le puede discutir a Jorge Fernández Menéndez? Por estos y muchos rumbos la gente se divierte vociferando, jugando a sentirse “neo revolucionarios”, mientras otros aprovechan los disturbios saqueando, al cabo que la delincuencia se acostumbró a actuar con inmunidad e impunidad en este país sin ley.