*El aumento a preciso de la gasolina trajo como consecuencia inmediata el aumento del gas, electricidad, tortilla y productos de la canasta básica

 

Gilberto Guzmán

 

La imagen es elocuente: una camioneta (que se sabe pertenece a la Refaccionaria del Valle de Rosarito, Baja California) se impacta contra un grupo de policías federales que resguardaban las instalaciones de Petróleos Mexicanos en ese municipio, durante las protestas contra el gasolinazo, que se desarrollan igual que en otras regiones del país y que tienen una palabra como explicación: crisis.

La crisis con la que el 2017 tuvo un amargo inicio, aparece como consecuencia de las políticas públicas que ha aplicado el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que recurre al aumento de impuestos en perjuicio de las familias mexicanas en lugar de poner orden en la administración pública federal.

 

El amargo gasolinazo

 

El pasado 1 de enero, México despertó de las fiestas de fin de año con un amargo nuevo incremento en el precio de las gasolinas: la magna subió de 13.96 pesos por litro a 15.99; la premium incrementó de 14.81 pesos por litro a 17.79; en tanto, el diésel subió de 13.98 a 17.05 pesos por litro.

Estos son costos promedio y dependen de cada una de las 90 regiones en las que se ha dividido al país para establecer el nuevo esquema de cobros.

A partir de enero y hasta el 3 de febrero de 2017, se aplicarán precios máximos regionales a la gasolina magna, premium y el diésel, que reflejarán las variaciones en el precio internacional del petróleo, así como los costos de transporte, flete y distribución de Pemex, además de impuestos y el margen de ganancia de las estaciones de servicio.

Después se harán dos actualizaciones en las primeras dos semanas del mes y a partir del sábado 18 de febrero, Hacienda determinará los precios máximos de manera diaria.

El aumento fue anunciado desde el pasado diciembre, como parte de la llamada liberalización de los precios de la gasolina en varias partes del país

La noche del 4 de enero, el presidente emitió un mensaje en cadena nacional para justificar el llamado gasolinazo.

Cuatro días después de comenzado a aplicar el incremento, pidió a los mexicanos comprender y razonar las causas que originaron el aumento de precios de las gasolinas desde el día 1.

El mensaje fue la primera actividad pública de Peña Nieto en el 2017, para designar al ex secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, como nuevo secretario de Relaciones Exteriores, en sustitución de Claudia Ruiz Massieu Salinas, quien a partir del miércoles pasado quedó fuera del gabinete.

Al finalizar la toma de protesta, el presidente de México dijo compartir el malestar y el enojo por el aumento en el precio de los combustibles, pues sostuvo que nadie hubiera querido tomar la medida. Sin embargo, expuso que de no hacerlo sería más doloroso para el país.

Durante su mensaje, Peña Nieto fue reiterativo en pedir comprensión a los mexicanos ante el gasolinazo, y aseguró que la medida atiende a los precios internacionales y no a sus reformas, las que le aprobó la mayoría priísta en ambas cámaras, la de Diputados y la de Senadores, del Congreso de la Unión.

Asimismo, comprometió acciones para beneficiar a los sectores más desprotegidos de la sociedad, y aseguró que evitarán cobros excesivos y tropelías en los precios de todos los productos al amparo de la medida.

El mensaje presidencial, como era de esperarse, generó rechazo en usuarios de redes sociales, mientras en las calles las protestas contra el gasolinazo no han parado desde el primer día del año.

 

Los aumentos en cascada

 

Con el gasolinazo llegaron aumentos en precios de productos y servicios básicos como el gas natural y la electricidad.

El precio del gas LP se disparó hasta un 20 por ciento a partir del uno de enero, también como consecuencia de la liberación del mercado a nivel nacional.

Las amas de casa empezaron a pagar desde el primer día del año, entre 309 y 311 pesos por el tanque de 20 kilos, es decir, entre 50 y 60 pesos más; y, entre 450 y 464 pesos por el de 30 kilos, unos 80 pesos más, aproximadamente, de lo que pagaron hasta el 31 de diciembre de 2016.

Por litro, el precio del gas se estableció entre 8.36 y 8.41 pesos.

El incremento promedio oscila en un 20 por ciento, y se debe a que las Secretarías de Energía y de Hacienda liberaron el precio de este energético a partir del 1 de enero de 2017.

Eso significa que el costo del gas quedó sujeto al mercado de la oferta y la demanda, y los costos de operación de las gaseras, igual que ocurre con los precios de la gasolina.

La Profeco ha señalado que se espera que los precios del gas varíen incluso semanalmente, y que respondan a las temporadas invernal y de verano, es decir, que sean más altos cuando hace frío y más bajos cuando haga calor.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que las tarifas eléctricas para los sectores industrial y comercial subirán durante enero: para el industrial, el aumento será de entre 3.7 y 4.5 por ciento, mientras para el comercial subirán entre 2.6 y 3.5 por ciento.

El ajuste está relacionado con los incrementos de los precios de los combustibles registrados en diciembre de 2016 en comparación con diciembre de 2015, explicó la CFE en un comunicado.

Argumentó que el precio del gas natural que la CFE utiliza para generar electricidad se elevó 77 por ciento en diciembre de 2016 en comparación con el mismo periodo de 2015.

En noviembre pasado, las tarifas para estos dos sectores tuvieron un marcado aumento, en comparación con las de octubre.

La CFE también informó que las tarifas eléctricas para los clientes de bajo consumo, que son el 99 por ciento de los hogares mexicanos, no aumentarán en enero, respecto a lo registrado en diciembre de 2016.

Por el contrario, la tarifa de uso doméstico de alto consumo (tarifa DAC) sí registrará un aumento de 2.6%.

En Guerrero, los industriales de la masa y la tortilla anunciaron que a partir del miércoles 4, el precio del kilogramo de tortilla registraría un incremento de 1 peso, para llegar a un costo promedio de 19 pesos.

En conferencia de prensa, el presidente de los Empresarios de la Masa y la Tortilla en el Estado de Guerrero, Arcadio Castro Santos, dijo que el costo del precio al kilogramo de tortilla varía en cada región del estado, en el caso de Acapulco algunas tortillerías venden el kilo de tortilla entre 16 a 18 pesos y subiría a 19 pesos.

En el caso de Zihuatanejo comentó que el kilo de tortilla se vende en 18 pesos y quedará en 19 pesos al ajustarse el precio a este producto de la canasta básica.

“Se incrementa a un peso el precio del kilogramo de tortilla y el costo varía en cada región, en el caso de la Costa Chica donde el costo está a 17 pesos subirá a 18 pesos y donde está a 18 subirá a 19 pesos pero sí descartamos que suba a 20 pesos el kilo y pedimos a nuestros agremiados que no abusen de los usuarios”, precisó.

 

Protestas afectan a más de mil negocios a nivel nacional

 

A nivel nacional, se estima que más de mil 170 pequeños y medianos comercios y tiendas departamentales han sido afectados por las protestas y saqueos iniciados a principios de año en varios estados del país contra el llamado gasolinazo, que también ha arrojado poco más de 600 detenidos.

De la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur) unos 800 pequeños y medianos comercios han sido dañados, mientras la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) reportó 370 tiendas vandalizadas.

La Concanaco informó que las entidades más afectadas por los actos vandálicos, que cometieron grupos de personas que tomaron como pretexto el incremento en el precio de las gasolinas son Veracruz, en donde hay cierres de negocios, Chihuahua, con bloqueos y paros técnicos, así como Zacatecas, Estado de México, Puebla, Durango, Morelos, Hidalgo y Chiapas, principalmente.