* “Los productores de los bienes y servicios, desde un mueble, prendas de vestir, alimentos, semillas, todo, tendrá un incremento en sus costos variables debido a su pago adicional en su combustible”, señala Raymundo Tenorio, académico en Economía

 

Gilberto Guzmán

 

El incremento en los precios de la gasolina y el diésel, conocido como gasolinazo, representa un duro golpe a los bolsillos de los mexicanos porque provoca inflación en los precios de los productos y servicios que los ciudadanos pagan, tengan o no vehículo, lo cual se traduce en carestía y mayor crisis para las familias, principalmente las que viven en zonas populares.

Economistas citados por la agencia BBC Mundo señalan que a nivel individual habrá un aumento en el costo de vida y por lo tanto un menor nivel de bienestar, lo cual es inevitable cuando hay un aumento de la gasolina.

Otro efecto más indirecto y menos evidente es en el aumento en los productos que “se trasladarán a los consumidores”, de ahí que se le culpe de cualquier incremento al comportamiento de los precios en la gasolina.

“Los productores de los bienes y servicios, desde un mueble, prendas de vestir, alimentos, semillas, todo, el productor tendrá un incremento en sus costos variables debido a su pago adicional en su combustible”, señala Raymundo Tenorio, director de la escuela de Economía y Finanzas del Tecnológico de Monterrey (México) donde prevén un incremento de hasta 3% en la inflación.

 

Nuevos precios de la gasolina

 

El 1 de enero entró en vigor el nuevo incremento en el precio de las gasolinas: la magna subió de 13.96 pesos por litro a 15.99; la Premium incrementó de 14.81 pesos por litro a 17.79, mientras que el diésel subió de 13.98 a 17.05 pesos por litro.

Con el llamado gasolinazo, comenzaron los aumentos en precios de productos y servicios básicos como el gas natural y la electricidad, además de la tortilla, por citar un ejemplo.

El precio del gas LP se disparó hasta un 20 por ciento, también como consecuencia de la liberación del mercado a nivel nacional. Por litro, el precio del gas se estableció entre 8.36 y 8.41 pesos.

Las amas de casa empezaron a pagar desde el primer día del año, entre 309 y 311 pesos por el tanque de 20 kilos, es decir, entre 50 y 60 pesos más; y entre 450 y 464 pesos por el de 30 kilos, unos 80 pesos más, aproximadamente, de lo que costaba hasta el 31 de diciembre de 2016.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que las tarifas eléctricas para los sectores industrial y comercial subirán durante enero: para el industrial, el aumento será de entre 3.7 y 4.5 por ciento, mientras para el comercial subirán entre 2.6 y 3.5 por ciento.

El ajuste también está relacionado con los incrementos de los precios de los combustibles registrados en diciembre de 2016 en comparación con diciembre de 2015, explicó la CFE en un comunicado.

En la entidad, los industriales de la masa y la tortilla anunciaron que a partir del miércoles 4, el precio del kilogramo de tortilla registraría un incremento de 1 peso, para llegar a un costo promedio de 19 pesos.

 

Es un aumento que se tiene pagar, opina usuario

 

Dagoberto aprovechó para llenar el tanque de su automóvil el 31 de diciembre, precavido ante el gasolinazo que entraría en vigor un día después: la gasolina magna subió de 13.96 pesos por litro a 15.99; la Premium incrementó de 14.81 pesos por litro a 17.79; en tanto, el diésel subió de 13.98 a 17.05 pesos por litro.

Aunque estos son costos promedio y dependen de cada una de las 90 regiones en las que se ha dividido al país para establecer el nuevo esquema de cobros.

“En diciembre, me cobraron 370 pesos por 25 litros, y el 6 de enero pagué 422 pesos pero por 23 litros… nomás hay que hacer la cuenta para ver cómo nos está afectando el gobierno con estos aumentos de precios”, dijo visiblemente enojado.

Comentó que a pesar de las protestas que se han realizado desde el 1 de enero en diversos estados del país y en municipios de Guerrero, ve complicado que vaya a haber marcha atrás en el aumento al precio de los combustibles, porque ha visto los mensajes del presidente Enrique Peña Nieto a nivel nacional –del 4 y 5 de enero-, en los que defiende el gasolinazo.

Por ahora, sólo le queda estirar el presupuesto que destina quincenalmente a la compra de gasolina para su automóvil, y reducir el uso del mismo, como medida para evitar que el gasolinazo afecte en forma más severa su bolsillo.

“El aumento ya está, es un gasolinazo como muchos anteriores y lamentablemente lo tenemos que pagar, de lo contrario no podemos movernos”, dijo con resignación.

 

Canasta básica, secuestrada por reformas e inseguridad

 

A finales de diciembre, la Asociación Latinoamericana de los Micro, Pequeño y Medianos Empresarios (Alampyme), alertó del incremento del 30 por ciento “como mínimo” en los precios de productos de la canasta básica, además de que los precios de las materias primas de la industria manufacturera pueden subir de precio hasta 50 por ciento durante el 2017, como consecuencia de las alzas de entre 16 y 20 por ciento a las gasolinas y el diésel.

La asociación expresó su preocupación por que con estos incrementos “estaríamos en una desventaja indiscriminada ante productos del extranjero y de dudosa procedencia, lo que ocasionará el cierre de más de 150 mil micro, pequeños y medianos negocios”.

De acuerdo con la nota publicada en el periódico La Jornada, la Alampyme consideró que las empresas que resultarán más afectadas pertenecen a las industrias manufacturera, textil, metalmecánica, de plásticos y de la construcción pero también los establecimientos del comercio detallista y de servicios.

Estos incrementos se suman a los que ya se han registrado en todos los sectores económicos, señaló Alejandro Salcedo, presidente de la Alampyme.

“Ya hemos manifestado que la gran mayoría de los pequeños comerciantes, micro y pequeños empresarios y prestadores de servicios no hemos visto los resultados de las reformas estructurales. Al contrario, hemos visto un incremento del más del 40 por ciento en los precios de las materias primas, además del cierre de más de 120 mil micro y pequeñas empresas durante estos cuatro años que van del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto”, puntualizó.

También criticó que los sectores productivos se han visto afectados o de plano han tenido que cerrar debido a la inseguridad, extorsiones, el cobro del llamado derecho de piso y la falta real de programas de financiamiento y de la aplicación de los programas públicos para reactivar la economía interna de México.

La Alampyme remarcó que desde hace meses ha advertido sobre la proximidad de que se registrara una devaluación y crisis financiera, por lo que exigió al gobierno federal que modifique el modelo de política económica porque de no hacerlo, advirtió. “Estaremos en una crisis de final de sexenio peor que la ocurrido en 2004”, dijo.

De igual forma, ha demandado la renuncia inmediata de los titulares de las secretarías de Hacienda, José Antonio Meade, de Economía, Ildefonso Guajardo y de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, a quienes calificó como ineficientes para dirigir la política económica del país y también de ser “cómplices del atraco de la nación”.

 

Aumento al pasaje, un duro golpe

 

Estela es una señora de 45 años, que gana mil 200 pesos quincenales como empleada de una empresa que brinda servicios de limpieza a dependencias públicas. El dinero apenas le alcanza para mandar a sus dos hijos a la escuela secundaria y darles un raquítico recreo.

A finales del mes de diciembre, se enteró que las autoridades y los concesionarios del transporte determinaron incrementar un peso a la tarifa de 5 pesos en las urvans de Chilpancingo.

Antes gastaba 20 pesos diarios y 100 a la semana por sus dos hijos; ahora pagará 24 pesos al día y 120 pesos a la semana, la diferencia es lo que cuesta un kilo de tortillas con el incremento aprobado por los industriales del sector.

“Todo está bien caro. Subieron la gasolina, el gas doméstico, las tortillas… y uno con el salario que gana no le alcanza para mal comer y menos para estar pagando por todo lo que ha subido”, se lamenta Estela mientras busca los puestos del mercado donde le den más barato.