Alborotarse no es el remedio

 

Felipe Victoria

 

Sorprendió mirar cercanos físicamente en la Costera de Acapulco a Beatriz Mojica Morga y Luis Walton Aburto, los ex candidatos a quienes ganó Héctor Astudillo Flores en junio del 2015. A querer o no, como jerarcas partidistas tuvieron que manifestar su descontento por el “gasolinazo” que desata consecuencias graves para la raquítica economía del pueblo, pero complicar vialidades o saquear comercios no remedia nada y caldea los ánimos.

No convencen las razones de estado para suprimir el subsidio a combustibles, ni que en otras partes del mundo sea más caro nos consuela.

¿Por qué no mejor “adelgazar” la aristocracia de la burocracia y disminuir las indebidas prestaciones a los funcionarios privilegiados que les dan vehículos, gasolina y telefonía sin costo?, ¿por qué no  quitarle prerrogativas y financiamiento a tantos partidos políticos de simple relleno en la comparsa democrática, que ya tienen hasta la madre a los mexicanos, y deshacerse de legisladores plurinominales que tanto nos cuestan y sirven para lo que se le unta al queso? Ahí se las dejo.

Doña Beatriz Pagés Rebollar comenta en la prestigiada Revista  ¡SIEMPRE! lo que entre comillas comparto en fragmentos:

“Es cierto: la decisión de incrementar, como se incrementó el precio a las gasolinas, no debió ser una decisión fácil para un presidente de la República con uno de los índices más bajos en popularidad. Era evidente que el subsidio a las gasolinas era excesivo e insostenible. Es verdad que el costo país por este concepto iba a llegar este año  a la desproporcionada suma de 200 mil millones de pesos”.

“También es cierto que el precio de la gasolina ha sido y sigue siendo utilizado por los partidos políticos como un instrumento demagógico para atraer electores”.

“También tiene buena dosis de objetividad decir que México no va a crecer más rápido, ni va a tener más progreso por tener gasolinas más baratas”.

“Podemos agregar aquí lo que se quiera para avalar, justificar, entender, comprender, la decisión del gobierno federal para liberar y aumentar en un 20% el costo de estos energéticos. Pero lo que no se entiende y da motivos para la sospecha, es la inmisericordia con la que se tomó la decisión”.

“La ausencia de una estrategia política y económica —y no solo de comunicación— para evitar que las calles se incendiaran, nos indica una cosa: que el país se encuentra en un estado de emergencia económica, sin dinero y con una deuda externa que varios especialistas han calificado como el nuevo Frankenstein”.

“El mensaje del presidente de la República el pasado 4 de enero para anunciar el nombramiento de Luis Videgaray como nuevo secretario de Relaciones Exteriores y las razones que tuvo su gobierno para autorizar esos incrementos dejaron ver, extrañamente, a un jefe de Estado desinteresado por llegar a la emoción y conciencia de la sociedad”.

“¿Qué sucede? ¿Qué hay detrás de un aumento con inevitable impacto inflacionario que ha sumergido a los mexicanos en un estado de angustia e incertidumbre?”

“¿Por qué ni una palabra ni un incentivo a una población empobrecida que va a tener que pagar más por vivir y comer?”

“¿Por qué dejar a solas a la ciudadanía en su sacrificio cuando ese anuncio debió ser acompañado de señales muy claras de que el gobierno va a ser el primero en prescindir de privilegios?”

“¿Acaso el tsunami que se avecina es tan grande que el desastre es inevitable?”

“Pero, ¿por qué también el silencio con respecto a lo que parece ser la “tormenta perfecta”? A la crisis social que comienza a escalar por el aumento de los energéticos se suma, de manera ominosa, la guerra comercial encabezada por el presidente electo de Estado Unidos, Donald Trump, en contra de México”.

“O el Ejecutivo federal está atravesando por una profunda depresión personal o ya existe una negociación —con Estados Unidos— para entregar el poder en el 2018 al Partido Acción Nacional, a una coalición o simplemente a un partido que incluye a Morena”.

“El segundo rumor parece encontrar terreno fértil en la realidad. Dejar suelta y sin atajo la inconformidad social, sin atención la protesta de gobernadores, de empresarios y dueños de gasolinerías que advirtieron con cerrar expendios si la autoridad no evita actos vandálicos en su contra, confirma, cuando menos en el imaginario popular, que el gobierno ya dejó las riendas sueltas para facilitar la entrega del poder a la oposición”.

“Y al silencio u omisión ante todo lo anterior se suma el nombramiento de Videgaray como titular de Relaciones Exteriores”.

“El funcionario es y puede ser todo lo apto que se quiera para merecer el cargo, pero para la mayoría de los mexicanos, para un país odiado de manera enfermiza por el próximo presidente de Estados Unidos, el exsecretario de Hacienda llega a la cancillería por ser, ante todo, amigo y aliado del peor enemigo de México”.

“La lectura es inevitable: Trump no solo buscará castigar y someter económicamente a nuestro país, sino entrometerse en su vida política para imponer al próximo presidente de la República”. @pagesbeatriz

¿Cuánto tarda en reventar un estallido social?

Importante conocer opiniones emitidas desde otras perspectivas  lejanas a Guerrero.