* Durante las vacaciones de verano fueron robados 100 vehículos, la mayoría a turistas que visitaron ese destino de playa, denuncian
ALONDRA GARCÍA
Zihuatanejo, el segundo destino turístico de playa más importante de Guerrero, está muriendo a un ritmo más lento, pero igual de constante, que Acapulco. El sector empresarial decidió ponerse manos a la obra para evitar que la delincuencia organizada y la corrupción terminen de “asesinar” a este puerto tradicional y para ello exigen que, de ser necesario, las autoridades se sienten a negociar con los narcos.
El paraíso del Pacífico
Zihuatanejo es un destino turístico de playa que combina el encanto de un pueblo pesquero, con el lujo de los hoteles más exclusivos. De calles coloridas y románticas, de adoquín rosa que se funde con el rojo de los tejados y con el dramático melocotón de sus atardeceres.
Su playa Principal, al centro de la bahía, es una de las más atractivas para el turismo internacional. Los “gringos” llegan a ella cada amanecer para observar el regreso de los pescadores y esperan en la arena, bajo las palmeras, para conseguir el pescado fresco.
El encanto de este paraíso quedó inmortalizado en la película Sueños de Fuga, producida en 1996 por Columbia Pictures y considerada como una de las mejores de la historia. El diálogo final es, quizá, uno de los más memorables en la historia de la filmografía mundial.
Andy, protagonizado por Tim Robbins, comparte con Red (Morgan Freeman), su sueño de viajar a un lugar paradisiaco, si acaso logra escapar de la prisión de Shawshank.
“Te diré a donde iré: ¡Zihuatanejo! Es en México, un remoto lugar en el Pacífico. ¿Sabes que dicen los mexicanos del Pacifico? Dicen que no tiene memoria. Ahí es donde me gustaría finalizar mi vida, Red. Un lugar cálido y sin memoria. Abriré un hotel justo sobre la playa. Me compraré una vieja lancha que arreglaré dejándola como nueva. Me llevaré a mis huéspedes de pesca (…)”, expresaba Andy emocionado. Y sí, al final de la película, ambos convictos recuperaron su libertad y cumplieron el sueño de reencontrarse en Zihuatanejo.
Han pasado 20 años desde que Stephen King escribió el guion de Sueños de Fuga. Si Andy y Red llegaran a Zihuatanejo en 2016, se encontrarían con una de las ciudades más peligrosas y violentas del país.
De acuerdo con un trabajo estadístico realizado a finales de septiembre por Data4, sustentado en las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) y el Consejo Nacional de Población (Conapo), Zihuatanejo es la sexta ciudad a nivel nacional con el mayor número de homicidios dolosos, con una tasa de 76 por cada 100 mil habitantes.
La estadística es atroz por lo que revela. De las 10 ciudades con más homicidios del país, cinco están en Guerrero: Acapulco, Iguala, Chilpancingo, Zihuatanejo y Chilapa.
“Queremos orden y paz”
Zihuatanejo el pequeño puerto turístico-pesquero con el que soñaba Andy, se volvió violento y peligroso.
Hace unos días, el sector empresarial se decidió a señalar a los culpables: los grupos del crimen organizado que operan en la impunidad y protegidos, en ocasiones, por las autoridades.
El 28 de octubre, los empresarios de Zihuatanejo cerraron sus negocios en pleno inicio de puente vacacional para manifestarse contra el hostigamiento de los grupos criminales y la falta de atención de los gobernantes.
“Queremos orden y paz”, se lee en las pancartas blancas que aún hoy cuelgan en las fachadas de los comercios y restaurantes.
El restaurante Tamales y Atoles Any, uno de los más antiguos y emblemáticos de Zihuatanejo, fue el lugar de reunión y protesta. Ubicado en pleno centro de la ciudad, llamó la atención de los turistas que llegaron a este destino para pasar el puente vacacional por las celebraciones del Día de Muertos.
Seis días después de la protesta, los comercios están abiertos, pero la amenaza de realizar acciones más drásticas sigue en pie.
“Ahora lo que nos preocupa es el silencio”, comenta José Ramón Muñoz Gutiérrez, dueño del famoso restaurante, en una entrevista exclusiva con El Sol de Chilpancingo.
Explica que, después de la protesta, esperaban una respuesta del gobierno municipal. Sin embargo, se toparon con un silencio que no saben si interpretar como cómplice, omiso o expectante.
En la conversación con este medio de comunicación, el empresario reveló las cifras oscuras que dejan de manifiesto como muere, poco a poco, un destino turístico.
Tan sólo en la temporada vacacional de verano, indicó, se registró el robo de más de 100 vehículos y en los últimos tres meses la cifra es de casi 180. El 80 por ciento de las víctimas fueron turistas.
“La Fiscalía se enorgullece de decir que rescató 70 camionetas, pero nosotros tenemos más de 100 turistas que no van a volver”, lamentó Muñoz Gutiérrez.
Puntualizó que en Zihuatanejo hay cerca de 2 mil empresas formalmente establecidas, de diferentes giros y tamaños, pero sólo 150 participaron en las reuniones previas a la protesta y únicamente 30 cerraron sus cortinas como habían acordado, para exigir seguridad.
Otros 70 establecimientos trabajaron con normalidad, pero se sumaron a la demanda colgando pancartas en sus fachadas con la demanda de “orden y paz”.
De acuerdo con Muñoz Gutiérrez, hay dos motivos por los que no participó la mayoría de los empresarios: el miedo a las repercusiones y la cercanía que guardan varios con el sector político.
Sin embargo, el restaurantero advierte que, de no actuar a tiempo, Zihuatanejo se convertirá en otro Acapulco.
El puerto que desde hace décadas ha sido el emblema turístico de Guerrero, hoy es reconocido como la ciudad más violenta de México y la cuarta más violenta a nivel mundial.
“A Acapulco le mataron su economía y Zihuatanejo está viviendo lo mismo. La diferencia es que Acapulco ya no tiene remedio, ya es imposible, pero Zihuatanejo todavía es salvable”, aseveró el empresario restaurantero.
Detalló que en el último año han cerrado de manera definitiva 20 empresas de Zihuatanejo, cuyos dueños tuvieron que huir a otros estados tras ser víctimas de la delincuencia organizada.
Otro grupo de al menos 50 empresarios, dijo, ya comenzó a emprender negocios en otras entidades, por el temor de lo que pueda ocurrirles en Zihuatanejo.
Más de 300 empresarios están a la espera de conseguir capital suficiente para abrir establecimientos en destinos más seguros, como Cancún y Playa del Carmen, para salir de Zihuatanejo antes de que algo les ocurra.
Uno de los casos que movió al sector empresarial de Zihuatanejo fue el secuestro del médico Víctor Atala, ocurrido hace ocho meses, quien decidió por huir de la ciudad tras recuperar su libertad.
“La gota que derramó el vaso”, cuenta Muñoz Gutiérrez, fue el asesinato de la señora Linda Medellín, quien murió en medio de un fuego cruzado durante un enfrentamiento entre dos cárteles que se disputan el control de la venta de droga en este municipio. “Su único delito fue salir a hacer sus compras a las cinco de la tarde y escoger esta ciudad para vivir”, reprochó.
El caso más reciente es el de la familia Sotelo, dedicada a la venta de materiales para construcción. Uno de los hijos de los propietarios fue secuestrado el sábado 22 de octubre y liberado el 24, tras el pago de un rescate.
Este caso detonó la protesta de empresarios, quienes se reunieron el día 26 de octubre y se manifestaron el 28, mismo día en que el gobernador Héctor Astudillo Flores emitía un mensaje con motivo de su primer año de mandato.
“En dos días perdí mi patrimonio de 30 años, mis levantadas temprano, mis acostadas tarde y mis sacrificios para vivir mejor”, denunció la madre del joven secuestrado durante la protesta de empresarios.
¡Que negocien con los narcos!
Un empresario consultado por El Sol de Chilpancingo, quien también participó en la protesta, asegura que la crisis que comienza a surgir en Zihuatanejo fue ocasionada por la “prostitución” en la que están involucrados los gobiernos y algunos empresarios.
De manera anónima por temor a represalias, explicó que mientras los políticos “meten dinero sucio a sus campañas”, hay empresarios que se prestan a “lavar dinero” de los grupos criminales.
Además, consideró que los empresarios y los ciudadanos cometieron un error al aceptar pagarle una cuota a los grupos criminales, porque “pasan cuatro o cinco cárteles a cobrar y no hay dinero que alcance”.
Advirtió que en Zihuatanejo la gente tiene miedo y que “no se puede producir prosperidad donde hay miedo”.
Por ello, señaló que la única manera pacífica para resolver el problema de violencia e inseguridad en esta ciudad turística es que el gobierno negocie con los grupos del crimen organizado.
Explicó que no se puede emprender una “guerra contra el narco” en Zihuatanejo, pues dispararía los niveles de violencia y asustaría a los visitantes.
“Le apostamos a negociar con los narcos, esa es la única forma real de solucionar esto. Ojalá que llegue algún político con poder para negociar. No podemos vivir más así, queremos que nos dejen trabajar y que los narcos sigan haciendo lo de ellos de la manera que lo hacían los viejos capos, que sigan con su narco, pero que no se metan con la gente trabajadora, que entre ellos se peleen si es necesario, pero que no afecten a los demás. Que lo hagan con el viejo profesionalismo del narco, como cuando estaba Rogaciano Alba”, consideró el empresario.
Respecto a las protestas realizadas por el sector empresarial, indicó que seguirán, pero que serán de manera pacífica, pues “no es viable y no le apuestan a la ingobernabilidad”.