Carlos Alonso Gutiérrez
El día 27 de octubre del año 1849, cuando corría la primera mitad del siglo XIX, siendo Presidente de la República José Joaquín de Herrera, firmó el decreto de la creación del Estado de Guerrero.
Este acto trascendental no se dio espontáneamente, fue gracias a la visión y tenacidad de grandes hombres del sur, siendo entre otros el General Juan N. Álvarez.
Gran parte de la superficie geográfica de 63,596 kilómetros cuadrados, con que cuenta el Estado, fue cedida por los Estados de Michoacán, Estado de México y Puebla.
Esta cesión no fue nada fácil, porque entre los habitantes inmersos en las porciones objeto de la cesión, se formaron dos bloques: los que se oponían a la cesión y los partidarios de la separación.
Nuestro Estado se conformó tal como hoy se encuentra, debido a que los del grupo de separatistas lograron el triunfo en las votaciones con el método aplicable en aquella época, con olor a pólvora y a sangre fresca de los hombres y mujeres que lucharon por un México mejor.
Es dable, recordar y citar en estas líneas, el proverbio popular que dice: Sangre llama sangre, lo que a mi modo de ver se transparenta, que antes de que cobrara vida y relevancia la Universidad Autónoma de Guerrero, los estudiantes de la Región de la Montaña, se desplazaban a Instituciones educativas de Puebla; los estudiantes de la Región de Tierra Caliente y Zona Norte, se desplazaban a Instituciones Educativas de Michoacán o del Estado de México.
Hoy en día, las relaciones de esas tres Regiones de Guerrero y los Estados colindantes son fuertes y estrechas. Afortunadamente no existen muros y fronteras que las dividan.
Desde octubre de 1849, hasta la fecha, han tenido la responsabilidad de llevar las riendas del Estado, 79 Gobernadores, siendo el Primero el General Juan N. Álvarez Hurtado.
El centenario de la erección del Estado, acaecido en el mes de octubre de 1949, le tocó la celebración al General Baltazar R. Leyva Mancilla, y narran las crónicas que un acto sobresaliente fue la adopción del primer escudo oficial del estado, y como parte de los festejos acudieron a la Capital del Estado las embajadoras de la Belleza de todas las Regiones de la Entidad, y a Chilpancingo la representó la Señorita Olea, y a Ometepec la Señorita Reguera.
Además se sembró un árbol que se le denominó “EL ÁRBOL DE LA AMISTAD”.
Cabe recordar en esta ocasión, al profe Caritino Maldonado Pérez, que en su corta administración como Gobernador, celebró la fecha de la creación del Estado con un gran colorido y optimismo, y aquí en la Capital se dieron cita todas las regiones del Estado, con sus tradicionales danzas, con sus sonoras bandas de música sin faltar la deliciosa Gastronomía.
En fin fue todo una gran fiesta que disfrutaron los niños y adultos de Chilpancingo.
Es propicio para que en este 167 aniversario de la creación de nuestro querido Estado de Guerrero, todos sus habitantes, oriundos y avecindados, sin importar credos políticos, religiosos o clase social, hagamos un alto en el camino y reflexionemos en qué hemos fallado y qué tenemos que hacer para que juntos, como un solo hombre, sociedad y Gobierno, saquemos a Guerrero del hoyo en que se encuentra, porque no es justo que vivamos cotidianamente con temor y zozobra.