* Vecinos de esa comunidad denuncian que los del FUSDEG “piden dinero como si fueran delincuentes por el derecho de piso, hacen extorsiones y otras acciones”

 

Redacción

 

Pobladores del valle de El Ocotito que simpatizan con la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero advirtieron que no permitirán el desarme de sus elementos que lograron tomar de manera simbólica la comisaría del pueblo, luego de los hechos violentos ocurridos el lunes, que dejaron al menos siete muertos.

Exigieron el regreso del comisario Audifred Benítez Visoso, quien tuvo que abandonar ese cargo luego de haber sido secuestrado por presuntos integrantes del FUSDEG, organización que actúa como grupo delictivo al cobrar cuotas y extorsiones a los habitantes de El Ocotito y otras comunidades de la zona.

“Estamos haciendo el exhorto para que el maestro Audifred regrese. Queremos que regrese al pueblo, ya hay seguridad porque Ocotito regresa al sistema de la UPOEG”, señaló Gil Ramírez Cortés, comisario suplente de El Ocotito, al portal bajopalabra.

Ramírez Cortés aseguró que la mayoría de la población no acepta la “imposición” de Román Badillo Abarca –quien simpatiza con el FUSDEG— como comisario, porque fue impuesto por el alcalde de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, a quien acusan de haberse inclinado en respaldo al FUSDEG.

Román Badillo tomó protesta como comisario el pasado 9 de octubre, con el aval de las autoridades municipales, y a la par que un comandante comunitario fue asesinado en la capital guerrerense.

Acompañado por pobladores que rechazaron dar sus nombres por seguridad, Ramírez Cortés advirtió que no permitirán el desarme de los elementos de la UPOEG y se quejó de que están a merced del FUSDEG, cuyos elementos “piden dinero como si fueran delincuentes por el derecho de piso, hacen extorsiones y otras acciones”.

“Por ello Ocotito ha regresado al sistema de justicia comunitario de la UPOEG”, dijo una de las vecinas.

En la localidad de Buena Vista, decenas de policías de la UPOEG, encabezados por Marco Antonio Salgado Pineda, alias El Carioca, se instalaron en lo que hasta hace unos días era territorio del FUSDEG, y desde el lugar exigieron al alcalde Marco Antonio Leyva Mena que resuelva el conflicto y evite más hechos de violencia.

Vía telefónica se comunicaron con secretario de Seguridad Pública municipal, Esteban Espinoza, a quien le reprocharon “el poco interés” de las autoridades municipales para resolver el problema.